domingo, 13 de noviembre de 2016

LA GUARDIA VIEJA Y LA GUARDIA NUEVA. Jujeña (1921)

CXXXIII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA -133
LA GUARDIA VIEJA Y LA GUARDIA NUEVA
En el tango, según estamos viendo, las letras con argumento van proliferando cada vez más aceleradamente. Desde el punto de vista literario, este detalle marca el fin de la llamada GUARDIA VIEJA y, al mismo tiempo, el origen de la GUARDIA NUEVA.
Este casi repentino cambio ocurre durante el transcurso de la primera guerra europea que la Historia Oficial denomina guerra mundial. En aquellos años, los sellos grabadores más importantes, que eran los que manejaban el mercado, dependían de países que se hallaban muy comprometidos y ocupados con la contienda europea.
Estos países al no poder ejercer un efectivo control de sus empresas instaladas en los países dependientes, como Argentina, otorgan, sin proponérselo, una independencia tal a sus compañías grabadoras que éstas comienzan a manejarse por su propia cuenta.
Es a partir de entonces cuando surgen los nuevos letristas y los nuevos músicos que hasta entonces no tenían cabida en el panorama de la música del Río de la Plata controlado, fundamentalmente, por los ingleses y los yankis. 
Musicalmente hablando, los tangos de la GUARDIA VIEJA tienen un ritmo muy “amilongado”. Y para comprender esto es importante escuchar un mismo tango grabado de las dos maneras como puede ser el caso del tango “Rodríguez Peña” de Vicente Greco, tango nacido durante la GUARDIA VIEJA y que el cuarteto de Juan Maglio grabó en 1911 con su marcación rítmica original. Esta forma amilongada era muy propia de las a orillas de Buenos Aires y Montevideo...
Con la enorme afluencia de inmigrantes al Río de la Plata, los hijos de éstos adoptan como propio este género, pero les resulta mucho más fácil simplificar el ritmo de la milonga para ejecutarlo de una manera más “pareja y uniforme”. De esta forma el CARÁN CAN FUN, propio de la milonga pasa a ser el monótono CHAN CHAN del tango de la GUARDIA NUEVA, cosa que puede apreciarse con el mismo tango, “Rodríguez Peña”, grabado a comienzos de la década de los años de 1920 por la orquesta de Francisco Canaro, por ejemplo...
Estos nuevos tangueros, eran en su mayoría descendientes de italianos e introdujeron nuevas formas musicales en el tango enriqueciéndolo tanto melódica como armónicamente. No olvidemos que si bien Italia no fue la cuna de la música, se la considera como si lo fuera ya que las mayores evoluciones ocurrieron desde muy antiguo en aquel país (aún hoy los pentagramas en todo el mundo continúan señalando los movimientos de las distintas partes de cualquier obra en italiano: “Moderato”, “Andante ma non tropo”, “Allegro”, “Finale”, etc…
La nueva marcación rítmica que surge alrededor de 1920, y a la que Juan Carlos Cobián (1896-1953) es el primero en adherir, siguiéndole Julio De Caro (1899-1980), se va haciendo cada vez más lenta. Ya había ocurrido algo parecido con el tango milonga que los orilleros calificaron como TANGO PEREZOSO según lo documenta Andrés Cepeda en la descripción que hace en “Un bailongo” escrito en 1909 o, tal vez antes.
Los acordes resonaron
Del bandoneón armonioso;
Cada hembra con su mozo
Salieron como pegaos
Porque el baile había empezao
Con un TANGO PEREZOSO. 
De igual modo, con el tango “Margot”, Carlos Gardel hace su entrada en la “Guardia nueva” de la que sólo se apartaría muy de vez en cuando para interpretar, en determinadas milongas, algunos acentos muy propios de ciertos personajes orilleros en algunas letras, tal como ocurre en la milonga “Tortazos”, por ejemplo.
A partir de “Margot”, las interpretaciones tangueras de Gardel tienen una marcación rítmica nueva dejando atrás el ritmo amilongado en el tango.
JUJEÑA
La primera sesión del año 1921 finaliza con el registro, a cargo del Dúo Gardel-Razzano, de una tonada compuesta por ambos cantores, sobre versos de Victoriano Montes (1855-1917), titulada “Jujeña”.
Victoriano Montes era uruguayo (de Montevideo) y pasó su infancia en Concepción de Uruguay, Provincia de Entre Ríos, estudiando en el colegio nacional de esa ciudad y graduándose luego en la Universidad de Buenos Aires. Se desempeñó como profesor en las cátedras de literatura y filosofía del mencionado colegio entrerriano y en otros establecimientos educacionales de Argentina. Publicó los libros “La frase”, “Parónimos de la lengua castellana”, “Mapas históricos”, “Curso de instrucción cívica”; todos libros dedicados a la enseñanza. 
Como poeta escribió “La tejedora de ñanduty”, cuyos versos fueron entonados por los cantores populares de fines del siglo XIX y comienzos de XX, “El tambor de San Martín” y, entre otros, “Jujeña”, que siempre figuró como perteneciente al Dúo Gardel-Razzano.
En la letra de Jujeña aparecen varias expresiones que creo importante aclarar. Una de ellas es FRESCOR DE CHIRIMOYA.
La CHIRIMOYA es el fruto del CHIRIMOYO, un árbol de unos ocho metros de altura, de tronco ramoso y copa poblada, con hojas puntiagudas y elípticas, y flores olorosas, con pétalos verdosos y casi triangulares. Su fruta, la CHIRIMOYA, es pulposa, jugosa, aromática, verdosa por fuera, blanca por dentro y con pepitas negras; su sabor es muy agradable, y su tamaño puede variar desde una pera grande hasta un melón.
El vocablo AMANCAY es de origen quichua y con él es designada una planta de flores amarillas, propia de América del Sur, parecida al narciso. Esta planta, que abunda en el Norte argentino, Bolivia y Perú, según las tradiciones y creencias nativas, era la flor preferida por Pachacámac, el dios vivificador del mundo.
PUYA-PUYA en cambio es un vocablo de origen araucano; proviene de PUYA, nombre dado a una planta cuya altura, según las distintas especies, puede variar entre dos y cinco metros. Sus hojas son extensas, verdes y blancas en la cara inferior. Tiene además flores amarillas, y en algunas especies, azules, con largos pétalos que al secarse se arrollan en espiral. 
Según se puede advertir, la letra de esta canción menciona, con abundancia, flores y plantas muy propias del Norte Argetino, y muy en particular de la región de Jujuy. No obstante, entre las plantas mencionadas aparece una que si bien no es originaria de América, hace ya tantos años que se halla adaptada en nuestro suelo que se ha ido transformando en una planta autóctona. Se trata del AMARANTO, voz de origen griego, proveniente de AMÁRANTOS, vocablo que significa inmarchitable; y, efectivamente, esta planta permanece constantemente verde a través del paso de las cuatro estaciones. Es una planta originaria de La India y fue traída a nuestras tierras por los conquistadores españoles durante los primeros tiempos de la colonia.
El AMARANTO tiene hojas un tanto alargadas y ondeadas, posee flores terminales en una especie de espiga densa, bastante aterciopelada y comprimida a manera de cresta, y fruto de muchas semillas negras y brillantes. Las especies que tienen flores de color rojo, amarillo o blanco, o son jaspeadas, son las que más se cultivan hoy en las ciudades por jardineros que las utilizan como plantas ornamentales.
Como siempre, durante toda esta época e acompañamiento en los rasgueos está a cargo del propio Gardel y José Razzano mientras que los punteos son llevados a cabo por el guitarrista José Ricardo.
Armando Lofiego
(CONTINUARÁ)

Jujeña (tonada) Intérprete: Carlos Gardel Más información: http://www.gardel.org/Juje%C3%B1aLetra: Victoriano Montes Música: Francisco Bianco, Carlos Gardel...

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