lunes, 31 de agosto de 2015

Actuaciones del Dúo Gardel-Razzano y el trío Gardel-Razzano-Martino

XXII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

TEATRO NACIONAL

El día 8 de enero de 1914, Gardel y Razzano, debutan en el Teatro Nacional ubicado en la calle Corrientes 960 de la ciudad de Buenos Aires e inaugurado en 1906.
Allí, la compañía de Elías Alippi y Francisco Ducasse pone en escena el espectáculo “El Paraíso” del autor francés Maurice Hennequin (1863-1926), iniciando así una temporada dedicada a las obras picarescas del teatro francés.
Al día siguiente, 9 de enero, el diario “La Razón” comenta:
“Numeroso público llenaba la sala; la interpretación de la compañía fue muy correcta, el señor Muiño se distinguió sobremanera, además de los directores Ducasse y Alippi. Recomendamos a los artistas mucha corrección en maneras y lenguaje, para orillar algunas situaciones escénicas que pudieran parecer de mal gusto. En un intermedio se hicieron aplaudir muchísimo, cantando algunos estilos criollos, acompañándose en guitarras, los señores Gardel y Razzano. Este número, tan del agrado del público, se mantendrá en el programa algunos días”.
Contando con la actuación de Gardel y Razzano, el 12 de enero, la Compañía teatral Ducasse-Alippi, pone en escena “Las píldoras de Hércules”.
Mientras el Dúo Gardel-Razano se encuentra actuando en el teatro Nacional, al mismo tiempo, continúa con sus presentaciones en el cabaret Armenonville tal como lo anuncia el popular diario “Crítica” ese mismo día, 12 de enero:
“Armenonville restaurant. Diner et souper concert todas las noches. Con el concurso del dúo Adamis, La Trianita, en sus bailes españoles, y los aplaudidos cantores nacionales Carlos Gardel y José Razzano. Orquesta típica dirigida por Roberto Firpo”.
A partir del 19 de enero, siempre en el teatro Nacional, se pone en escena la comedia “Casa amueblada”, según una adaptación de Alberto de Zavalía. Al día siguiente, 20 de enero, Gardel y Razzano realizan la última presentación junto a la Compañía Alippi-Ducasse.

LA VISITA DE JULIO CARLOS NETTO

Por esta época, el historiador uruguayo Ramón González (oriundo de Tacuarembó) llega a Buenos Aires acompañando a su amigo Julio Carlos Netto, hijo de Julio Netto y de Clara Escayola (1870-1939). Esta mujer era una de las hijas de Clara Oliva (1847-1871), primera esposa del coronel Escayola.
Teniendo en cuenta que Clara Escayola era medio hermana de Carlos Gardel (por parte del Coronel), Julio Carlos Netto era entonces sobrino del cantor y, como tal, lo vino a ver, acompañado del mencionado historiador tacuaremboense quien, muchos años más tarde, contó que el encuentro se produjo en un café de la calle Corrientes.
Según las declaraciones de Ramón González, el cantor y Julio Carlos Netto se entrevistaron en varias oportunidades, pero como el historiador no intervino en esas entrevistas, dijo desconocer los temas tratados.
Por ese entonces el gran cantor uruguayo instala su vivienda en la calle Corrientes 1714 y poco a poco comienza a vincularse con artistas de teatro y músicos de gran prestigio.

CASA SUIZA

El día 10 de febrero de ese año (1914), en la Casa Suiza, ubicada en la calle Rodríguez Peña Nº 254, a las 20 hs : 45ms se ofrece, una función a beneficio del payador cordobés Nicodemo Galíndez (1876-1943), del coronel Francisco Armesto, que era el jefe del Cuerpo de Bomberos de Buenos Aires, y del Abogado Francisco Beazley, jefe de policía de la ciudad Buenos Aires (1864-1924).
El programa desarrollado fue el siguiente:
PRIMERA PARTE
1- Apertura con música instrumental argentina
2- Improvisaciones por los payadores José Betinotti, Federico
Curlando y Ramón Vieytes.
3- Monólogo por la niña Elena Greco.
4- Estilos a cargo de Francisco Martino
SEGUNDA PARTE
1- Interpretaciones en guitarra por Juan Bergamino.
2- Actuación del Dúo Gardel-Razzano.
3- Aires Nacionales por Alberto Méndez.
4- “El Pañuelo”, monólogo a cargo de su autor, Adolfo Fuentes.
5- Estilos a cargo de Juan Sarcione.
6- Improvisación a media letra por los payadores Ramón Vieytes y
Nicodemo Galíndez.
El 28 de febrero de 1914, la “Revista ilustrada del Río de la Plata”, anuncia para el 3 de marzo...
“una velada criolla en la Casa Suiza (Rodríguez Peña 254) a beneficio del terceto integrado por Gardel-Razzano-Martino”.
Como vemos, el autor de esta nota no se hallaba actualizado y creía que aún seguía vigente el llamado “Terceto Nacional” que habían conformado los artistas mencionados.
En dicha velada a beneficio del dúo, el 3 de marzo actuaron:
1- Roberto Firpo (pianista)
2- Virginia Trujillo (actriz cómica)
3- Enrique Muiño, Roberto Cassaux, Francisco Ducasse y José
Franco (actores)
4- Américo Facondini (concertista)

TEATRO APOLO

Al día siguiente, 4 de marzo, Carlos Gardel y José Razzano comienzan a actuar en el escenario del teatro Apolo, ubicado en la calle Corrientes 1386, para animar los entreactos de la “Compañía Hispano-Argentina” encabezada por Arsenio Perdiguero y Roberto Cassaux”, poniendo en escena la obra “El alma del tango”.
El legendario Teatro Apolo había sido inaugurado en el año 1892, pero al poco tiempo de iniciadas sus actividades la sala estuvo envuelta en un largo pleito, motivo por el que fue abandonada durante mucho tiempo, a punto tal que...
“se alquilaba por cualquier precio. Se daban bailes frecuentados por gente de la más baja estofa” (y hasta) yuyos crecían en las rendijas del escenario”...
...según lo que ha relatado en sus memorias el gran actor uruguayo José Podestá (1858-1937), que se presentó en la mencionada sala con su Compañía en el año 1901.
Ese mismo año había asumido la Dirección Artística del mencionado teatro el dramaturgo y director don Ezequiel Soria (1873-1936). A partir de entonces la sala comenzó a cobrar un gran prestigio, hasta que llegó a transformarse en uno de los más importantes teatros de la ciudad de Buenos Aires, perdurando su fama a lo largo de muchos años.

GARDEL-RAZZANO-MARTINO

El día 15 de marzo de 1914, Carlos Gardel y José Razzano reaparecen en el cabaret Armenonville, pero esta vez, formando circunstancialmente el “Terceto Nacional Gardel-Razzano-Martino”.
Este reintegro de Francisco Martino perdura solamente durante los pocos días en que actúan en el Armenonville.
La cartelera es compartida además por:
1- Roberto Firpo y su orquesta.
2- El Dúo Adamis.
3- “La Trianita” (bailarina española)
El día 4 de abril, Carlos Gardel, Francisco Martino y José Razzano finalizan sus presentaciones en el Armenonville y el terceto vuelve a transformarse en el Dúo Gardel-Razzano.
(CONTINUARÁ)

martes, 25 de agosto de 2015

El despegue del dúo Gardel-Razzano

XXI- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

EL DESPEGUE DEL DÚO GARDEL-RAZZANO

En el mes de diciembre del año 1913 ocurre un episodio que sería el punto de partida hacia la fama de Carlos Gardel y de José Razzano. Don Francisco Taurel, un hombre adinerado y muy relacionado con el ambiente de la farándula y de la política, era un organizador de veladas nocturnas, y lo invita a José Razzano para cantar en la Confitería Perú, ubicada en la Avenida de Mayo y Perú, a raíz de una reunión (por él organizada) entre cuyos concurrentes figuran Pedro Carrera (senador y dueño de la estancia “La Ballena” de Necochea), Cristino Benavídez (Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires), y Osmán Pérez Freyre (importante pianista y compositor chileno).
Ante esta invitación, Razzano inmediatamente le plantea a don Francisco Taurel la posibilidad de llevar un amigo que también es cantor.
Tras la aprobación del organizador, José Razzano inicia la búsqueda de su compañero a quien finalmente localiza en la casa de Margarita Pretera, una muchacha, relacionada sentimentalmente con Carlos Gardel, que vivía en la calle Nueva Granada (actualmente Boulogne Sur Mer).
Pero ambos cantores se encuentran con el serio inconveniente de que no poseen sus respectivas guitarras porque, después de aquella gira que habían realizado, junto con Francisco Martino, por muchos pueblos de la Provincia de Buenos Aires, para poder recuperarse económicamente, habían vendido sus instrumentos y con suma urgencia necesitaban por lo menos uno, para salir del paso.
Tratando de salvar este serio impedimento, los dos cantores se dirigen con urgencia a la casa de un amigo de Razzano, Alfredo Deferrari (que luego pasaría a ser un gran amigo de Gardel), a quien, tras contarle el compromiso en que se hallaban, le pidieron prestada su guitarra a lo que éste accedió sin ningún inconveniente.
Así, con ese único instrumento, los jóvenes cantores, a las 10 de la noche, llegan a la elegante Confitería Perú. Allí, ante la distinguida concurrencia, y sin ensayo previo, el dúo entona varias obras del repertorio que utilizaron durante la gira.

MADAMME JEANNE

Después de varias copas y canciones, el grupo se dirige hacia el establecimiento (un prostíbulo) de una amiga de Francisco Taurel donde eran esperados para cenar. La casa se hallaba ubicada en la calle Viamonte, entre Maipú y Esmeralda, y era conocida como “la casa de madamme Jeanne”.
Esta mujer, que se hacía llamar Jeannete o, también, La Ritana, había llegado a Buenos Aires en 1903 como integrante de la compañía lírica de Enrique Caruso y su nombre real era Giovanna Ritana, casada con un inmigrante corso, Juan Garessio, dueño de una cadena de burdeles, siendo ella una de las más célebres madamas de Buenos Aires.
La Ritana había dispuesto una gran cena para el grupo. Los artistas, rodeados por las muchachas de la casa y alentados por aquellos comensales de la clase alta, actúan allí después de la cena. Osmán Pérez Freyre ejecuta el piano y Carlos Gardel y José Razzano cantan hasta las primeras horas del día siguiente: 28 de diciembre de 1913. Durante el transcurso de la velada, Gardel se relaciona sentimentalmente con La Ritana.

EL ARMENONVILLE

De la casa de la Ritana, el grupo se encamina hacia el Armenonville, primer cabaret y restaurante de lujo instalado en Buenos Aires ubicado en la Avenida Alvear (hoy Libertador) y Tagle.
Gardel y Razzano llegan allí sin siquiera la única guitarra que tenían (y que era prestada). El instrumento había quedado en poder de La Ritana para obligar a Gardel a que volviera.
Enterado Garessio (rufián adinerado y marido de La Ritana) de la simpatía establecida entre su mujer y Gardel, esperará pacientemente el momento oportuno para hacer matar al cantor por intermedio de gente a su servicio.
Mientras tanto, para que Gardel y Razzano puedan cantar, por influencia de Francisco Taurel, el gerente del Armenonville, les alcanza dos guitarras: una perteneciente al payador Arturo Navas, que por ese entonces actuaba allí (y dejaba el instrumento) y la otra, perteneciente al señor Lanzavechia que era uno de los dueños del famoso establecimiento.
Aquel fue el momento inicial del triunfo; el despegue definitivo del Dúo Gardel-Razzano, pues a poco de haber comenzado a cantar, una gran cantidad de clientes se fueron aproximando al reservado en el que los cantores se encontraban con el grupo liderado por don Francisco Taurel.
Entre aquel público ansioso por querer ver y oír de cerca al desconocido dúo de trovadores se encontraban presentes el, luego famoso, escritor argentino Ricardo Güiraldes (1886-1927), autor del célebre “Don Segundo Sombra”, y uno de los pioneros de la aviación argentina, Jorge Newbery (1875-1914), que 62 días más tarde, el 1º de marzo de 1914, moriría en un accidente de acrobacia aérea en la Estancia "Los Tamarindos" de la Provincia de Mendoza.

EL PRIMER CONTRATO

Los dueños del Armenonville, al observar el alboroto ocasionado por el dúo, pidieron conversar con los cantores.
Gardel, 20 años después, relató para la revista “El Canta Claro” la propuesta que les hizo uno de los dueños del Armenonville, y el cronista, en la edición del 24 de noviembre de 1933, publicó la reconstrucción de aquel momento contando que les habían ofrecido 70 pesos por noche y Gardel, sorprendido...
“creyendo que había oído mal (...) dirigiéndose a Razzano, por lo bajo, le dijo: Che preguntale si será por mes... Y por si necesitan –continuó el dueño- aquí tienen el pago de esta noche. Y ante los ojos atónitos de los dos amigos, el propietario del cabaret les alargó 70 pesitos contantes y sonantes”.
El propio Gardel cierra el recuerdo de aquel momento diciendo:
“Créanme amigos (...) han pasado bastantes años de este suceso, pero ese instante de recibir mi primer dinero como profesional ha sido el más delicioso de mi carrera... Hoy y mañana quizá cobre cifras fantásticas por actuar una hora, pero nunca me emocionará lo más mínimo, no me harán el efecto extraño, mezcla de halago y emoción, de esos primeros 70 pesos que gané junto a Razzano”.
Aquellos 70 pesos diarios, para los dos jóvenes cantores, eran toda una fortuna, y en especial si se tiene en cuenta que el peso argentino (aunque no se ganaba fácilmente) poseía por aquel tiempo un gran poder adquisitivo.
La presentación del Dúo Gardel-Razzano en el famoso cabaret Armenonville fue fijada para las 22 horas del día siguiente. Los cantores compartirían el programa con el conjunto dirigido por el maestro Roberto Firpo que estaba integrado, entre otros notables músicos, por Eduardo Arolas en bandoneón y Tito Rocatagliatta en violín. Al día siguiente, 29 de diciembre, el debut del dúo, fue algo delirante.
Conocidos e importantes estancieros y personajes de la política los llevaron en andas por la pista de baile. Se hallaban entre el público, actores y autores famosos y prestigiosos artistas de teatro.

TEATRO NACIONAL

Pablo Podestá (1875-1923), después de oír al dúo conversó con el célebre actor y director Elías Alippi (1883-1942) que se encontraba organizando una compañía teatral junto con el actor Francisco Ducasse (1878-1926), con el fin de montar una temporada en el teatro Nacional de la calle Corrientes. Ante el éxito logrado en el Armenonville, Alippi propuso a los cantores actuar en el acto final de cada representación teatral pagándoles 20 pesos por noche; los cantores aceptaron pensando en que así podían difundir sus nombres por el centro de la ciudad donde aún eran desconocidos. Al mismo tiempo, continuaron actuando en el Armenonville.
(CONTINUARÁ)

sábado, 22 de agosto de 2015

Nace el dúo Gardel-Razzano

XX- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

NACE EL DÚO GARDEL-RAZZANO

Aquella aventura artística que había comenzado con un desbordante entusiasmo iniciando una gira como cuarteto y transformado luego en terceto, en el pueblo de Los Toldos, Partido de General Viamonte, se convirtió finalmente en un dúo que, con muy poco ánimo, trató de continuar sus presentaciones por la campaña bonaerense.
En la década de 1940, recordando esas semanas en que Carlos Gardel y José Razzano quedaron solos, este último aseguró que habían seguido cantando por algunos pueblos más, aunque ya no recordaba cuales eran.
La gira entró así en su breve etapa final: fueron muy aplaudidos pero prácticamente no ganaron ningún dinero y ahora, los dos solos, tenían dificultades para actuar; las salas pueblerinas no mostraban el mismo interés por contratarlos como cuando eran tres.
Según las crónicas periodísticas que hemos estado viendo sobre esta gira, el terceto no parecía tener, desde el comienzo, una definición clara acerca de cuáles serían las expresiones de nuestro arte que iban a abarcar. Se puede comprobar fácilmente que el periodismo al principio hablaba más de las ejecuciones guitarrísticas que de las canciones. Es posible que el público se haya mostrado mas entusiasmado con el canto que con la música y, a medida que la gira iba avanzando, nuestros artistas comenzaron a dejar de lado las ejecuciones instrumentales para dedicarse exclusivamente al canto. Estas ejecuciones, seguramente no serían muy buenas que digamos, pero llamarían poderosamente la atención debido a la falta de oportunidad que por ese tiempo había en los pueblos de provincia para escuchar este tipo de música a cargo de varios ejecutantes de la guitarra.
Tengamos en cuenta que no existía aún la radio y que los prejuicios de la época alejaban a los puebleros, mucho más que en la ciudad de Buenos Aires, de las reuniones gauchescas que era donde podían ser apreciadas estas manifestaciones musicales. En estos pueblos, mucho antes que en la Capital Federal, nuestra música fue calificada despectivamente por la tilinguería lugareña como “música de ranchos”. Y si no era ejecutada por artistas de reconocido mérito que llegaran desde Buenos Aires, prácticamente nadie se interesaba por estas expresiones. De ahí, que los periódicos locales hablaran como si Gardel y los demás artistas fueran de cierta importancia en nuestra Capital aclarando además que ya habían grabado discos, tarea considerada como índice de reconocimiento del artista; el disco era por entonces el único medio de difusión y de comunicación de que disponía el artista para llegar a su público.
Cada uno de los integrantes del terceto cumplía un rol determinado: Gardel se destacaba fundamentalmente como cantor; Razzano, mas empresario que artista, era el encargado de cerrar las tratativas para las actuaciones y, además de actuar, manejaba la organización económica del grupo; finalmente, Martino era el músico del conjunto que al comienzo de la gira debió haber influido para que el conjunto tuviera un rasgo más instrumental que cantable pues Martino era mas guitarrero que cantor. Las preferencias del público (y en ésto seguramente tuvo mucho que ver la voz de Gardel) volcó el conjunto hacia el canto. Cuando Martino abandonó en Los Toldos, el grupo ya se había volcado al canto con exclusividad y es muy posible que por tal motivo Martino los haya dejado solos a Gardel y Razzano.
De este modo imprevisto nació el Dúo Gardel-Razzano que tanto llamaría la atención a lo largo de muchos años. Es importante destacar que durante esta gira, Gardel y sus compañeros eran contratados, más que nada, por el impacto que causaban sobre un escenario tres personas con sus guitarras, cosa por entonces desconocida.
Los payadores, cuando subían a un escenario para enfrentarse en contrapunto, casi siempre eran dos y, por entonces, carecía de sentido que dos hombres subieran a un escenario con sus instrumentos para no enfrentarse. Por ello cuando Gardel y Razzano pretenden continuar la gira, por otros pueblos de la provincia, comienzan a tener dificultades para obtener permisos o contratos de actuación en los salones, clubes y cines del interior. Esto hace que después del abandono de Francisco Martino, en Los Toldos, el dúo retorne un tanto desorientado y decepcionado a la Capital donde cada uno de sus integrantes, intentará abrirse camino en forma individual.
Francisco Martino siguió ligado a los cantores, en especial a Carlos Gardel, a través de la gran amistad y confianza que los unía y también por medio de los cruces en los escenarios como iremos viendo en su momento.

FRANCISCO MARTINO

Durante el año 1917 (ó, tal vez, 1918), Francisco Martino integra junto a Ángel Greco un dúo criollo que perduró hasta el año 1921. En 1922, integrando la compañía teatral Muiño-Alippi, viaja a España como bailarín y cantor. También realizó actuaciones, durante largo tiempo, en muchos escenarios de la República Oriental del Uruguay.
Francisco Martino falleció en Buenos Aires el 25 de mayo de 1938. De las obras que como autor y/o compositor le pertenecen, Carlos Gardel grabó las siguientes:
-“El sueño” (estilo)
-“Maragata” (tonada)
-“Mis espuelas” (estilo)
-“Cariñito mío” (tango)
-“La pueblerita” (zamba)
-“Soy una fiera” (milonga)
-“Ámame mucho” (tonada)
-“La catedrática” (milonga)
-“Para quererte nací” (cifra)
-“Mi pañuelo bordao” (tonada)
-“Sanjuanina de mi amor” (tonada)

LA PRIMER LÍNEA SUBTERRÁNEA

En la primera década del siglo XX el tráfico vial en Buenos Aires había aumentado en forma importante. En 1903 circulaban 4.791 coches (con caballos) y 60 automóviles, mientras que, diez años mas tarde. en 1913, había 6.211 coches (con caballos) y 7.438 automóviles.
Debido a este rápido aumento del rodado, se consideró imprescindible la creación de nuevas formas de transporte masivo.
De esta forma el 15 de septiembre de 1911 comenzó la construcción de la primera línea de transporte subterráneo lo que implicó la contratación de 1.500 obreros. La línea obtendría su actual denominación, Línea “A”, recién el 17 de febrero de 1939. Fue la primera línea de subtes en toda América Latina y en todo el hemisferio Sur.
El primer tramo fue inaugurado el 1° de diciembre de 1913 por Victorino de la Plaza, vicepresidente de la Nación, y al día siguiente fue habilitado al público que masivamente, deseoso por conocer como era eso de viajar por “debajo de la tierra”, provocó algunas aglomeraciones que obligaron a la intervención policial para mantener el orden. Ese día viajaron aproximadamente unas 170.000 personas.
Cada estación tenía una longitud de 100 m y poseía frisos de un color determinado para facilitar su identificación, teniendo en cuenta el alto nivel de analfabetismo que existía en la época.
El subterráneo fue, por aquel entonces, una demostración ante el mundo, por parte del régimen conservador, de un poderío económico inexistente ya que la población trabajadora vivía hacinada en piezas de conventillos y con sueldos miserables que apenas si alcanzaban para comer. Se trataba pues de una gran ostentación económica para parecer un país rico frente al resto de los países de América incluyendo a Estados Unidos.
Los obreros, cuando reclamaban alguna mejora, eran salvajemente reprimidos tal cómo era la costumbre del régimen liberal imperante.
Por entonces, los porteños usaban para viajar, los tranvías y los coches tirados por caballos conocidos como Victorias y más adelante, vulgarizados con el nombre de “Mateos”.
(CONTINUARÁ)

miércoles, 19 de agosto de 2015

Primeras giras profesionales (Tercera parte)

XIX- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

EL TERCETO EN CHACABUCO

Durante el breve período en Mercedes, el “terceto”, aparentemente, fue convencido para actuar en Chacabuco, localidad a la que llegan, desandando el camino hacia Buenos Aires. El debut de Gardel y sus compañeros en Chacabuco se produce en el Salón Moderno, el 5 de septiembre. Al día siguiente del debut, 6 de septiembre, el diario “El Mentor” de esa ciudad informa:
“Ante un selecto y numeroso auditorio se hicieron oír, con un bello programa, los señores Carlos Gardel, Francisco Martino y José Razzano, que forman el terceto nacional en el “Salón Moderno”. Su inmejorable presentación congregó en el citado salón a un buen número de familias (...). Para esta noche el citado terceto se anuncia en el “París Salón” con un variadísimo y ameno programa de estilos, canciones, aires provinciales, etc...”.
No he hallado informaciones periodísticas, programas impresos o testimonios de personas que hayan presenciado la anunciada actuación en el París Salón de Chacabuco.

EL TERCETO EN ALBERTI

Días después, los cantores llegan al pueblo de Alberti. Hacia 1910, el Partido de Alberti tenía una población de, aproximadamente, 10.000 habitantes.
El 10 de septiembre de 1913 se produce el debut de Carlos Gardel y sus compañeros en esta localidad. El diario “El Tribuno”, de aquel pueblo, el 11 de septiembre, informa:
“Presentáronse anoche ante el público congregado en la confitería “El Recreo” del joven Pascual Esquiroz, los jóvenes artistas Carlos Gardel, Francisco Martino y José Razzano, quienes ejecutaron el desarrollo de afamadas canciones criollas, hermosos y nuevos estilos, graciosos dichos, refranes y típicos aires nacionales, todo lo cual fue escuchado por la concurrencia con recogimiento, prodigándose al final del atrayente espectáculo merecidos aplausos a granel”.
En esta nota de “El Tribuno” de Alberti, aparece claramente un detalle que, si bien ya había sido comentado con anterioridad en otro periódico, ahora resulta mucho más explícito: “los jóvenes artistas”, además del canto y la guitarra, hacen oír “graciosos dichos y refranes” lo que implica, tal vez, algunos diálogos o escenas breves con el remate final de algún dicho o refrán.
Debido a que no se hallaron otras crónicas periodísticas, la confitería “El Recreo” parece ser el único local donde tuvieron oportunidad de presentarse en Alberti para, luego, viajar a Bragado.

EL TERCETO EN BRAGADO

La población del Partido de Bragado, hacia el año 1910, era de alrededor de 30.000 habitantes. En la cabecera del Partido, el diario “El Censor”, en su edición del 17 de septiembre, anuncia:
“Esta noche debutará en el teatro ‘Francés’ el terceto criollo Gardes-Martino y Razzano, tres criollos que al compás de la vihuela entonan toda clase de aires nacionales y que vienen precedidos de fama de buenos, según las crónicas de los puntos donde han actuado. No se trata de payadores, sino de cantores que hacen oír trozos poéticos escogidos, sentimentales, filosóficos o humorísticos finos y agradables”.
Esta aclaración que hace el cronista confirma, nuevamente, la confusión que por entonces había en gran parte de la población que no diferenciaba entre un cantor y un payador. La nota finaliza diciendo:
“Recomendamos pues la audición nacional de los tres criollos que hoy y mañana alegrarán el teatro Francés y que son profesionales de las casas fonográficas “Columbia” y “Víctor”.
Efectivamente, Gardel ya había grabado sus primeros discos en Columbia (tal como ya hemos visto) y Razzano había hecho lo mismo para la Víctor.
Pero la actuación en Bragado no se pudo llevar a cabo debido a un fuerte vendaval que se desató asolando toda la región. Ante el desastre y viendo que no había posibilidades de actuar por varios días, nuestros personajes abandonan Bragado y se guarecen en la vecina localidad de General Viamonte.

EL TERCETO EN GENERAL VIAMONTE

El Partido de General Viamonte tenía por entonces como cabecera al pueblo de Los Toldos el cual, recién en 1947 pasó a ser ciudad de Los Toldos. Se desconoce cuántos pobladores habitaban el mencionado Partido hacia la época en que Gardel llega allí; pero podemos estimar que no llegaban a 5.000 habitantes.
No hay demasiados datos acerca de la inesperada presentación en Los Toldos que quedó documentada en un periódico local. En efecto, en el diario “La Tarde” de General Viamonte, al día siguiente del temporal, 18 de septiembre, es publicada, bajo el título “En el Cine 43”, la siguiente información haciendo referencia a la actuación del “Terceto”:
“También este salón ha sido víctima de la inclemencia del tiempo, pero anoche a falta de otros números de películas, proporcionó a su público una grata y amena velada. No se esperaba por cierto tal novedad que en verdad lo constituye el terceto criollo que anoche debutó en aquella sala.
Carlos Gardel, José Razzano y Francisco Martino, tres criollos de pura cepa, tres payadores, tres mirlos no salidos ciertamente de las soledades de las lejanas pampas, sino de los centros de la urbe federal, con el instrumento nacional como fiel compañera, nos hicieron vivir gratas horas de reminiscencias patrias, entonando con el sentimiento tradicional de nuestros gauchos, hermosos estilos y canciones varias, en que el espectador creía estar sentado frente al fogón, acariciando amorosamente a su “china”, su compañera inseparable de sus más felices días”.
Obsérvese, que se vuelve a cometer el error de citar a los tres cantores como “tres payadores”. El artículo del referido diario “La Tarde” de General Viamonte continúa diciendo:
“Vaya como un elogio de lo que en realidad valen esos tres jóvenes, diciendo a nuestros lectores que no dejen de asistir el jueves al Cine 43 si es que quieren oír algo bueno y pasar unas horas gratas al espíritu”.
Teniendo en cuenta que el 18 de septiembre, día en que fue publicada esta noticia, era jueves, es de suponer que el conjunto debió presentarse por segunda vez, en el escenario de aquel cine, el jueves 25 de septiembre, cosa que no he podido comprobar porque, precisamente, en Los Toldos, Gardel dejó de pegar en su libreta los recortes de las notas periodísticas que estamos comentando. Pero además, muy posiblemente, la segunda actuación, tal vez no se haya producido debido a que en la mencionada localidad Francisco Martino abandonó la gira, pues los diarios hablaban muy bien, pero las finanzas andaban muy mal.
(CONTINUARÁ)

lunes, 17 de agosto de 2015

Primeras giras profesionales (segunda parte)

XVIII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

EL TERCETO EN PERGAMINO

Días después de la actuación en las instalaciones del batallón militar, el terceto parte hacia Pergamino, ciudad cabecera del Partido de igual nombre que hacia 1910, contaba con una población aproximada de 50.000 habitantes en todo el Partido.
En la todavía flamante ciudad de Pergamino (reconocida como cabecera del Partido en 1895), el periódico “El Diario”, en su edición del 26 de julio de 1913, anuncia:
“Un número interesante se ofrece esta noche en el Savoie, constituido por un terceto de jóvenes argentinos que cantarán con acompañamiento de guitarra varios trozos selectos de música. Componen el terceto los jóvenes Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano, de cuyas aptitudes tenemos las mejores referencias por testimonios serios e imparciales. Dichos jóvenes han actuado por varias noches consecutivas en San Nicolás, mereciendo la mejor acogida. De ahí recibimos las referencias que dejamos anotadas”.
Después de estas actuaciones en el Savoie de Pergamino, nuestros artistas parten hacia el pueblo de Rojas.

EL TERCETO EN ROJAS

El Terceto Gardel-Martino-Razzano debuta en Rojas el 1º de agosto. La población del mencionado Partido era por esa época de unos 15.000 habitantes. El debut de los cantores y guitarreros se lleva a cabo en el Club Social. El diario “Gazas y Flores” de Rojas, en su edición del 11 de agosto de 1913, informa:
“Anoche en este Centro Social se presentaron los artistas Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano, dando una sesión de todo lo que se refiere a música nacional, tal como ser vidalitas, cantos provincianos, milongas, tristes, etc. El selecto auditorio allí congregado pudo comprobar el exquisito gusto y la hábil interpretación que supieron dar a todos los números en que se hicieron oír. Para esta noche la audición de los mismos se llevará a cabo en el “Club Progreso” en el cual no dudamos que alcanzarán otro nuevo éxito, particularmente en los cantos provincianos a los cuales saben imprimir su verdadero colorido. En el deseo de hacerse conocer del público en general de este pueblo, mañana lunes actuarán probablemente en “La Perla” y pasado en el “Colón”. Con que ya saben los aficionados a la música nacional, no deben de desperdiciar la ocasión que se les presenta de oír los cantos típicos de nuestro país que tanto alegran el corazón”.
En esta nota, no queda claro el alcance de la expresión “todos los números en que se hicieron oír”, pues puede entenderse de dos formas: como “todas las canciones en que se hicieron oír” o como “todas las apariciones (en escena) en que se hicieron oír”; esto último abarcaría también interpretaciones instrumentales, recitados, zapateos u otras expresiones. Es importante entablar esta duda porque, como veremos, nuestros personajes hicieron realmente todo tipo de actuaciones a su alcance...

EL TIPO DE PÚBLICO ASISTENTE

Refiriéndose a la función del 10 de agosto, el diario “El Nacional”, al día siguiente (11 de agosto), prácticamente nada dice sobre el canto:
“Hemos tenido el placer de recibir la visita de los jóvenes Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano, cultivadores de nuestro tradicional instrumento nacional, la guitarra, cuyas notas arrancadas con verdadero dominio del arte y ejecutadas en forma hábil, por los mencionados guitarristas, anoche en los salones del Club Social, merecieron los aplausos de los presentes, quienes -y muy especialmente los argentinos- pasaron momentos agradabilísimos”.
Al final de esta reseña, notamos que el cronista ha documentado, sin proponérselo, que una gran parte de la población era extranjera, de lo contrario carecería de sentido la aclaración “-y muy especialmente los argentinos- pasaron momentos agradabilísimos”.
Ocurre que en la mayor parte de los pueblos y ciudades de la provincia de Buenos Aires, como en la Capital Federal, mas del 50% de la población se hallaba conformada por inmigrantes europeos o los hijos de éstos siendo esta circunstancia el resultado de la maniobra pergeñada por Juan Bautista Alberdi y que Mitre, Sarmiento, Roca, y muchos otros personajes de la falsificada historia argentina, ejecutaron.
Esta maniobra, consistió en eliminar la población autóctona y reemplazarla por población europea. Es éste un detalle a tener muy en cuenta ya que por varias décadas la población de Argentina fue de una conformación muy dispar. No era un pueblo de argentinos sino un entrevero de nacionalidades entre las que se hallaban mezclados también los argentinos. La nota del diario “El Nacional” de Rojas, publicada el 11 de agosto de 1913, continúa, refiriéndose a las guitarras, en estos términos:
“Estas clases de audiciones netamente criollas, es difícil que lleguen hasta nosotros con frecuencia, porque son pocos los ejecutantes que se resuelven a salir en gira, y es por eso que los aires provincianos, estilos y vidalitas ejecutados anoche por los señores Gardes, Martino y Razzano, en el instrumento querido de nuestra patria, fueron oídos con profundo regocijo, llegando al corazón de los pocos criollos que estuvieron en la audición”.
Nuevamente observamos que la mayor parte de la población, era extranjera. El diario, finaliza la nota anunciando:
“Esta noche el terceto aludido, se hará oír en los socios del “Club del Progreso” y mañana y pasado en los salones de “La Perla” y el “Colón” a fin de que todo el público pueda participar de tan atrayente sesión musical”.
El periódico “Gazas y Flores” de Rojas, en su edición del 13 de agosto de 1913, dice:
“Como era de esperar dado el extenso y escogido programa que se había confeccionado, un inmenso público ocupó por completo desde muy temprano, anteanoche las localidades del salón biógrafo “La Perla” de modo que cuando dio principio el espectáculo, era obra más que difícil el poder encontrar un solo sitio vacante. El programa se cumplió en todas sus partes, sobresaliendo como siempre en sus difíciles trabajos, el excelente patinador joven Isla quien cosechó muchos y merecidos aplausos. Los demás artistas coayudaron (sic) al buen éxito de la velada, en los distintos números que estaban a su cargo. En cuanto a las películas exhibidas fueron preciosas, consiguiendo mantener el interés de los espectadores por lo bien combinado de su argumento.
Pero el número descollante de la noche, fue la presentación del terceto de música nacional compuesto por los jóvenes Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano, quienes con verdaderos méritos alcanzaron una delirante ovación. Las diferentes canciones que entonaron acompañándose a la guitarra, tuvieron aquel sello genuino criollo por lo que deleitaron a la inmensa concurrencia que llenaba el salón, la cual no dejó ni por un instante de prodigarles sus mayores elogios”.
Tras la actuación del 11 de agosto, el Terceto Nacional se presenta en la misma sala el 13 del mismo mes. Sobre esta nueva actuación, dice el periódico “El Nacional”:
“Con regular público dieron anoche su segunda audición en el salón biógrafo “La Perla”, los simpáticos jóvenes que constituyen el terceto nacional musical y de los cuales ya nos hemos ocupado extensamente en ediciones anteriores, haciendo resaltar los excelentes dotes que poseen en lo que se refiere a su arte. Por ahora bástenos decir que como siempre fueron aplaudidísimos por la concurrencia en su nuevo repertorio de canciones provincianas, estilos criollos, dichos y refranes en los cuales está demás decir que rayaron a una gran cultura”.
Resulta interesante destacar en esta nota, que además de hacer referencia a las habituales canciones criollas, se habla también de “dichos y refranes” que formaron parte del espectáculo.

EL TERCETO EN MERCEDES

Desde Rojas, todo indicaría que nuestros artistas inician el retorno a la ciudad de Buenos Aires, y que en su trayecto hacia la Capital pasan por la ciudad de Mercedes. La población del Partido de Mercedes era, en ese entonces, de unos 30.000 habitantes.
Nuestros artistas debutan allí, el 24 de agosto de aquel año 1913, en la “Confitería San Martín”.
La actuación en dicho local se prolonga hasta el miércoles 27 de agosto inclusive. Ese día, el diario “El Siglo” de Mercedes comenta:
“Anoche dio otra audición musical y vocal el terceto que actúa desde el domingo en esta acreditada confitería, compuesto por los señores Carlos Gardel, Francisco Martino y José Razzano. La maestría con que ejecutan en la guitarra y la voz clara y armoniosa de los payadores hacen que los espectáculos satisfagan completamente las exigencias del público, que noche a noche llena el amplio salón de San Martín. Esta noche darán su última representación, por lo que creemos será mayor la afluencia del público”.
Según se aprecia, el autor de esta nota llama “payadores” a los tres jóvenes cantores integrantes del conjunto. Muchos extranjeros, e incluso hijos de extranjeros, no tenían clara la diferencia entre payador y cantor. Los payadores llamaban “canto” a sus improvisaciones lo cual contribuyó a mantener la confusión hasta bien entrada la década de 1920 especialmente en aquellos sectores de la sociedad que vivían, al igual como ocurre hoy, de espaldas a nuestra cultura.
Este error se repetirá más de una vez porque, como ya hemos comentado, nos hallamos en los albores de la canción, en el nacimiento del nuevo canto rioplatense.
Al día siguiente, el 27 de agosto, el diario “El Orden” de aquella localidad comenta:
“Desde hace varias noches los concurrentes a la acreditada confitería San Martín, de los señores Bruno y Julián, vienen asistiendo a las interesantes veladas que les proporciona un terceto de cantores criollos, quienes al compás del tradicional instrumento modulan sentidas canciones nacionales. Anoche tuvo lugar una nueva velada, congregando a inmenso público, que aplaudió entusiasmado el desempeño de los artistas”.
(CONTINUARÁ)

miércoles, 12 de agosto de 2015

Saúl Salinas, su influencia

XVII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

SAÚL SALINAS Cuando Salinas abandona al grupo retorna a su provincia natal y, desde allí, realiza frecuentes viajes hacia la Capital Federal donde su nombre va adquiriendo cada vez mayor notoriedad.
En 1919 comienza a grabar para el sello de Max Glücksmann y su vida se transforma en un permanente ir y venir entre San Juan y Buenos Aires. En 1921, ante el éxito obtenido con sus discos, la empresa le renueva el contrato.
Hallándose Salinas en su tierra natal, y con todo listo para viajar a Buenos Aires, es sorprendido, la noche anterior, en un garito, por una redada policial. El procedimiento está a cargo de un subcomisario apodado “El Mosquito” a quien Salinas interpela airadamente considerando que aquello es un atropello sin motivo que lo justifique y se entabla una discusión cada vez mas acalorada. Finalmente, gritos e insultos dan lugar a una trifulca descomunal que desemboca en un tiroteo durante el que Salinas, alcanzado por una bala, pierde la vida. Ésto ocurrió en la ciudad de San Juan la noche del 10 de diciembre de 1921 y, durante años, debido a que a Salinas lo apodaban “El Víbora”, persistió allí el dicho popular “el mosquito mató a la víbora”.

LA INFLUENCIA DE SALINAS

Carlos Gardel, a lo largo de su extensa carrera, llevó al disco los siguientes temas pertenecientes a Saúl Salinas; algunas de estas obras fueron registradas por el Dúo Gardel-Razzano y otras por Gardel solo:
-“Mi estrella” (vals)
-“La pastora” (canción)
-“¿Donde estará?” (tonada
-“La madrugada” (canción)
-“Mirala como se va” (tonada)
-“La rosa encarnada” (canción)
-“Si me tendrá en su memoria” (canción)
El Dúo Gardel-Razzano también incorporó a su repertorio, varias obras compuestas por Saúl Salinas que curiosamente no han sido llevadas al disco, entre ellas se destacan las siguientes canciones:
-“José Juliana” (cueca)
-“La senda maldita” (vals)
-“Los ojos verdes” (canción)
-“Corazones partidos” (cueca)
-“¿Por que lo hiciste?” (tonada)
El primer compañero de dúo que tuvo Salinas fue el cantor y payador Pedro Garay (1881-1950) quién reclamó como suyos los temas “La pastora” y “La rosa encarnada” (este último titulado por Salinas “Una rosa para mi Rosa”).
La famosísima cueca “Corazones partidos” fue estrenada en el Teatro San Martín, en 1915, por el Dúo Gardel-Razzano, durante la representación de la obra Juan Moreira y curiosamente no fue grabada ni por el dúo ni por Gardel solo.
Así como Gardel creó el “tango-canción”, estableciendo las normas del canto, Salinas fue el creador de la tonada cuyana y quienes estudian nuestra música, con frecuencia, pasan por alto la importancia de este artista que falleció, a los 39 años de edad, cuando todavía había mucho que esperar de su capacidad creadora.
EL TERCETO EN SAN NICOLÁS
Al abandonar Saúl Salinas, el cuarteto se queda transformado en terceto y, sin perder el ánimo, Gardel, Martino y Razzano, pasan de San Pedro a San Nicolás. Para la época en que nos hallamos, la población de este Partido era de unos 35.000 habitantes. Allí, en San Nicolás, ciudad cabecera del Partido, los hermanos Robbio y el estanciero Cambaceres hacen valer su influencia para que los directivos del Club Social de San Nicolás los escuchen.
Tras la prueba de suficiencia, realizada en las oficinas del club, se les permitió actuar. El debut debió producirse el miércoles 16 de julio, o tal vez antes, porque el 17 de julio, el diario “El Noticiero” de San Nicolás, comenta que dicho debut fue postergado para esa noche:
“Ha quedado postergada para esta noche la audición musical del terceto de guitarras formado por los jóvenes artistas Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano. Desarrollarán un programa eminentemente nacional, haciendo conocer sentimentales aires provincianos. Los jóvenes de referencia, cantarán también diversas canciones nacionales, con la propiedad y gusto que encierran todas esas reminiscencias de la tierra. Al efecto, los socios del Club Social quedan invitados para esta noche a las 9, y estamos seguros que pasarán una agradable velada”.
Del anuncio, se desprende que la expectativa general, estaba centrada en los instrumentos pues, se trataba de una “audición musical del terceto de guitarras (...) quienes (...) cantarán también diversas canciones”.

IMPORTANCIA DE LAS GUITARRAS

La atención puesta en las guitarras, mucho más que en el canto, según vimos en la publicación anterior, queda confirmada con la nota que publica otro periódico, también de San Nicolás, “El Progreso”, que en la misma fecha, 17 de julio de 1913, informa:
“Esta noche a las 9 tendrá lugar en los salones del Club Social, un concierto de guitarra dado por los profesores Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano. Según los informes que tenemos se trata de verdaderos artistas que tienen pleno dominio sobre el instrumento que ejecutan...”
Luego, como si fuera un agregado, la nota finaliza diciendo:
“Estos señores cantarán algunos estilos criollos que serán seguramente del agrado de las personas que concurran al concierto de esta noche. Nos encarga la comisión del Club que por intermedio de estas líneas invitemos a todos los socios y estamos seguros que la velada de esta noche dejará gratísimos recuerdos entre los que concurran, porque se hará buena música y se cantarán estilos nacionales”.
Obviamente el periódico exagera muchísimo las condiciones de los artistas al llamarlos profesores y al calificar la función (en aquella época) como concierto. Posiblemente estas exageraciones se deban al deseo de lograr una concurrencia masiva o, al menos, importante.
De todas maneras, en la noche del 17 de julio de 1913, tiene lugar la velada del Club Social de San Nicolás y, al día siguiente, 18 de julio, los mismos diarios confirman que la función básicamente era guitarrística y el canto algo secundario:
“Tuvo lugar anoche en los salones del Club Social -dice el periódico “El Noticiero”- la audición musical del terceto de guitarras que forman los señores Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano. Los caballeros que asistieron a la reunión mostráronse satisfechos por la reunión e interpretación dada a la música nacional, y el gusto con que cantaron en dúo varios tristes provincianos”.
Los temas instrumentales, seguramente serían punteados por Martino, un guitarrero aceptable, mientras que Gardel y Razzano harían los rasgueos.
Las canciones en dúo (sic) seguramente estarían a cargo de Gardel y Martino ya que estaban habituados a ello desde cuando formaron el Dúo Gardel-Martino.
Por no analizar las noticias periodísticas con criterio de tiempo y espacio, aún hoy se continúa diciendo que Gardel, Martino y Razzano eran sólo un trío vocal que se acompañaba en guitarras cuando, en realidad...
“Tanto las piezas que ejecutaron, como los números de canto, agradaron mucho, siendo muy aplaudidos”,
según lo publicado el 18 de julio por el diario “El Progreso” de San Nicolás. En esa misma edición se comenta además:
“Anoche se realizó el concierto que habían anunciado los profesores Carlos Gardes, Francisco Martino y José Razzano”.
A juzgar por lo que asevera este periódico, los tres jóvenes artistas hicieron un papel algo más que aceptable porque concurrió gente de cierto nivel cultural que aprobó la actuación de los mismos:
“Vimos en los salones del Club a los señores ingeniero Aramburu, (...) Comandante Medina, (...) Doctor Giménez, Doctor Aliotti, Ingeniero Aliotti, (...) Sub tenientes Bracco y Ramírez...
Éstas son sólo algunas de las muchas personalidades de San Nicolás mencionadas por el periódico.
Al ver su nombre en los diarios, Gardel comienza a recortar las noticias y a pegarlas en una libreta que compra allí, en San Nicolás, en la Librería y Papelería del Siglo Ilustrado de Tomás Caballé, sita en Bartolomé Mitre esquina La Plaza según se lee en un sello estampado en la contratapa de la mencionada libreta (FIGURA 1).
En la primer página, el cantor dejó impreso, sellando con letras de goma, este pomposo título: “Crónicas de mi gira artística - Carlos Gardel” (FIGURA 2).
Es muy viable suponer que la presencia de militares, en el Club Social, haya sido la causa de la presentación del Terceto, dos días después, en el Cuartel del 2º Batallón de Infantería.
En efecto, el periódico “El Noticiero” de San Nicolás, el 19 de julio, anuncia:
“Esta tarde de 4 a 5, en el 2º Batallón del 5º de Infantería, el terceto de guitarras que anteanoche se hizo oír con éxito en el Club Social, dará una audición musical haciendo conocer escogidos aires nacionales. Además de los jefes, oficiales y conscriptos asistirá también numeroso público, dando el acto en consecuencia, lugar a una interesante reunión”.
Y ese día, a las 16 hs., el terceto actúa ante numeroso público, en su mayoría soldados, en las instalaciones del mencionado batallón.
(CONTINUARÁ)

jueves, 6 de agosto de 2015

Primeras giras profesionales

UNA ACLARACIÓN PREVIA
En la entrega anterior comenté que Carlos Gardel fue enrolado dos veces, es decir, tuvo dos libretas de enrolamiento. Considero importante aclarar que esos dos enrolamientos debieron cumplirlos todos los ciudadanos nativos o naturalizados en la Argentina debido a una ley que obligaba a ello para corregir algunas anomalías cometidas durante el primer enrolamiento que se realizó a partir de 1911. El segundo documento obtenido en 1927 dejaba sin efecto al primero, es decir, lo anulaba.
Poca gente conoce esto que para mí fue algo que supe desde mi infancia porque ese año (1927) mi padre estaba haciendo el servicio militar obligatorio y en la fotografía de su Libreta de Enrolamiento, obtenida en las instalaciones del Ejército Argentino en que cumplía con sus obligaciones militares, aparece (como muchos conscriptos de esa época que debieron enrolarse nuevamente), con la chaqueta y cuello que usaban los conscriptos de esa época, además de lucir el corte de pelo casi al ras del cuero cabelludo que exhibieron los soldados hasta bien entrada la década de 1950.

XVI- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

Retomando el documento en que Berta Gardes denuncia la desaparición de su hijo, encontramos en él otros datos que tampoco coinciden con el aspecto físico de Carlos Gardel. En efecto, Berta dice, por ejemplo, que su hijo tiene ojos marrones cuando sus amistades describieron siempre al cantor con ojos oscuros y en su Libreta de Enrolamiento aparecen definidos como “pardos y medianos”. Este documento policial nos da la pauta de que doña Berta vivía por entonces con su hijo Charles, o Carlos Gardes como figura en la comparecencia. El texto íntegro de la denuncia hecha por Berta dice:
“En la Capital Federal el día 30 del mes de enero de 1913, siendo las 10 a.m., compareció a esta oficina una persona que previo juramento que prestó en forma al sólo objeto de comprobar su identidad, dijo llamarse Berta Camares viuda de Gardes (sic), ser de nacionalidad francesa, de profesión planchadora, de estado viuda, de 47 años de edad, domiciliada (en) calle Corrientes Nº 1557 e hizo la siguiente denuncia:
Que se presenta a esta oficina a fin de que se recomiende el actual paradero de su hijo Carlos Gardes el que es francés, de 22 años, trigueño, pelo castaño oscuro, ojos marrones, tiene una cicatriz cortante debajo de la oreja derecha, es grueso y alto, viste de negro, y como desde el domingo que fue a las carreras no ha vuelto al hogar, pide a esta oficina se averigüe si le ha ocurrido algún accidente o si estuviera detenido, que de lo ocurrido no dio cuenta a (la) seccional con lo que terminó la presente y leído que le fue, se ratificó y firmó. Berta Gardes”.
Aquí considero de gran interés aclarar que por aquella época la pasión popular más grande eran las carreras hípicas. El fútbol todavía era algo nuevo y aún no tenía el arraigo que tuvo a partir de la década de 1940. Yo recuerdo que en dicha década, la mayoría de las personas mayores no mostraban un gran interés por el futbol. Mi padre, nacido en 1906, y mis tíos (mayores aún que mi padre) jamás se mostraron interesados por el fútbol. Ni hablar de los abuelos que consideraban al fútbol un deporte de tontos. El fanatismo masivo y popular por el fútbol comenzó y creció aceleradamente a partir de 1944, ’45 ó ’46. Los diarios, hasta entonces, en primera plana publicaban noticias sobre carreras hípicas más que de fútbol.
Esto no significa que vivíamos en un país donde la gran mayoría de los hombres eran “burreros”. Las carreras de caballos era un espectáculo al que concurría muchísima gente por el simple hecho de pasar una tarde entre amigos mirando las carreras. Los verdaderos “burreros” eran los que tenían el vicio de hacer apuestas compulsivamente como fue el caso de Carlos Gardel, por ejemplo.
Pero volviendo al documento policial, quizás, el detalle más interesante es que doña Berta afirma que su hijo es trigueño y no se refiere a sus ojos, que define como marrones, ni a su pelo, que dice es castaño oscuro. Se refiere, sin lugar a dudas, al color de su piel, cuya tonalidad se halla ubicada entre el moreno (que es el color de piel mate negruzca) y el rubio (cuyo color de piel es blanco con matices dorados).
Es imposible confundir un trigueño con un blanco, un negro, un rubio o un mestizo, y más imposible aún es que lo confunda una madre.
El trigueño es muy destacable por la especial belleza que tiene el matiz de su piel y nunca nadie dijo que Gardel era trigueño. Su Libreta de Enrolamiento especifica claramente “color de piel: blanca”.
Quienes adhieren a la Historia Oficial, cuando se refieren a este documento policial saltean el vocablo trigueño.
Rodolfo Omar Zatti, por ejemplo, en su invalorable estudio sobre Gardel y el turf, publicado en 1990, reproduce parte de este documento diciendo:
“francés, de 22 años, pelo castaño oscuro...”
en el segmento donde la policía documentó:
“francés, 22 años, TRIGUEÑO, pelo castaño oscuro...”.
Es difícil “digerir” el término trigueño y, al mismo tiempo, afirmar que Gardel era francés, motivo por el cual resolvieron ignorarlo y seguir adelante como si no existiera. Así lo hizo también el profesor inglés de historia Simón Collier en su libro “Carlos Gardel, su vida, su música, su época” y así lo hicieron y hacen infinidad de autores adherentes a la Historia Oficial Argentina.
Después que doña Berta deja asentada su comparecencia, retorna a su domicilio y al parecer encuentra allí a su hijo Charles pues ese mismo día 30 de enero vuelve a la División Investigaciones para anular la comparecencia anterior.
Este hecho fue documentado por la Policía Federal Argentina de la siguiente forma:
“Enero 30 / 913. En la fecha compareció nuevamente la interesada, solicitando se deje sin efecto el pedido formulado, en razón de haber aparecido el causante con lo que terminó el acto y leído firmó de que certifico. Berta Gardes”.

EL CUARTETO EN ZÁRATE

Mientras Berta buscaba a su hijo, Carlos Gardel se encontraba ensayando con sus compañeros debido a que Saúl Salinas impuso la condición de cantar con el cuarteto a dos voces y eso era algo desconocido para todos.
Tanto el “Dúo Gardel-Martino” como también ocurriría luego con el “Terceto Gardel-Martino-Razzano”, cantaron siempre con un mismo tono, es decir al unísono, como si se tratara de un pequeño coro, esto es, haciendo entre todos una sola voz. Pero ahora el cuarteto iba a cantar dividido en dos partes y, cada una de las partes lo haría en un tono distinto, lo cual, si bien les resultaba bastante más complicado, le otorgaría al conjunto una gran riqueza armónica y una notable belleza estética.
El trabajo, durante los ensayos, resultaba extenuante y el tiempo los
apremiaba, debido a que querían debutar en Zárate durante el carnaval de 1913 que, ese año, cayó en los días 2, 3 y 4 de febrero. De manera que, supuestamente, el día 1º de ese mes parten hacia la mencionada localidad sin contar con un contrato previo y sin el conocimiento de alguna persona que, una vez en el lugar, los pudiera recomendar o ayudar de alguna manera.
Marchaban todos, a la buena de Dios. Por entonces, el Partido de Zárate contaba con una población de, aproximadamente 28.000 habitantes.
Una vez instalado el cuarteto en la ciudad cabecera de dicho partido, logra actuar en varios boliches donde, como único pago, el dueño del local les entregaba una botella de licor que los cantores rifaban entre la concurrencia para recaudar algunos pesos. Pero como el negocio no marchaba, al cabo de un tiempo, los cuatro cantores, con el dinero de las rifas, huyeron del hotel en que se alojaban sin pagar la cuenta.
No he hallado datos que puedan servir para determinar, aunque sólo sea aproximadamente, el tiempo que el conjunto permaneció en Zárate. Personalmente estimo que estuvieron allí por lo menos durante todo el mes de febrero tratando de juntar una suma de dinero para poder pagar las deudas y al no alcanzar ese objetivo, decidieron escapar sin pagar y, tal vez, debieron permanecer sin actuar durante un tiempo para pasar desapercibidos después de haber fugado del hotel. También es muy probable, aunque no me ha sido posible documentarlo, que el conjunto se haya presentado en algunos escenarios de Baradero antes de llegar a San Pedro.

EL CUARTETO EN SAN PEDRO

Cuando se vuelven a tener noticias de los cuatro jóvenes artistas, éstos ya se encuentran instalados en San Pedro, ciudad cabecera del Partido que lleva el mismo nombre y que hacia los años de la década de 1910 la población de todo el Partido aproximadamente era de unos 25.000 habitantes.
Los cuatro jóvenes artistas llegan hasta allí buscando protección y ocasionalmente se relacionan con el comisario Walter Terrada quien intercede ante el dueño del cine de San Pedro con la finalidad de hacer actuar a los muchachos durante los intervalos.
En la mencionada sala, son escuchados por los señores Perazzo y Mendizábal, que eran dos políticos que tenían cierta influencia en el pueblo. Ambos dirigentes, intercediendo por ellos, logran hacerlos actuar en el club Social de San Pedro. Pero, económicamente, las cosas continúan mal y Salinas decide abandonar al grupo.
Tampoco en San Pedro, se conoce cuanto tiempo estuvieron los “artistas”; supuestamente se quedaron durante un período bastante extenso ya que no se registra la actuación de los mismos hasta el mes de julio en la ciudad de San Nicolás. También es posible que hayan actuado en Ramallo antes de llegar a San Nicolás.
(CONTINUARÁ)

lunes, 3 de agosto de 2015

Pobre mi madre querida, y otras composiciones

XV- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

14- POBRE MI MADRE QUERIDA

La última grabación registrada por Carlos Gardel para el sello Columbia corresponde a la obra más famosa y difundida del payador José Betinotti quien fue el más popular y querido por el público del Río de La Plata.
Betinotti había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 25 de julio de 1878. En 1898, a los 20 años, conoce a Gabino Ezeiza que lo induce a volcarse al canto improvisado. Al poco tiempo comienza a enfrentarse con los payadores más famosos de su tiempo, tanto en Buenos Aires cómo en el interior del país haciendo giras.
Escribió una innumerable cantidad de canciones y publicó libros de versos: el primero fue un folleto titulado “Mis primeras hojas”, al que luego le siguieron “Ideal de mi esperanza” y “Lo de ayer y lo de hoy”, en 1909. En “Lo de ayer y lo de hoy”, publicó los versos de “Pobre mi madre querida” bajo el titulo “¡Cuanto siento!”.
Colaboró en la revista “La pampa argentina” y en 1912 publicó el libro de versos “De mi cosecha” donde los versos titulados “¡Cuánto siento!” reaparecen, pero esta vez bajo el título con el que desde entonces fueron conocidos: “Pobre mi madre querida”.
En líneas generales puede decirse que los versos del payador José Betinotti, contienen un acento triste.
En dichos versos suelen aparecer con demasiada frecuencia expresiones de un amor hacia la madre cargado de culpas. Las obras “Pobre mi madre querida” y “Como quiere la madre a sus hijos” son dos claros ejemplos de ese doliente estilo.
José Betinotti falleció en su ciudad natal, Buenos Aires, el día 21 de abril de 1915 y de sus obras, Gardel, en algunas cantando solo y en otras a dúo con José Razzano, grabó los siguientes títulos:
-“Puntana”(zamba)
-“Tu diagnóstico” (vals)
-“Pobre mi madre querida” (vidalita)
-“Adiós que me voy llorando” (canción)
-“Como quiere la madre a sus hijos” (vals)
El tema del amor culpable hacia la madre por parte del hijo varón, generalmente único y sin padre, es muy anterior al tango ya que desde la mitad del siglo XIX, en mucho mayor proporción de lo que se suele suponer, estas madres solían ser solteras y cuando envejecían, en una sociedad cruel y desprotegida, quedaban al cuidado del hijo. Esta circunstancia, muchas veces, originaba una interdependencia maternofilial tan grande, que con cierta frecuencia, el hijo varón no se casaba por no abandonar a su madre. Y aunque, a través de los años, la sociedad fue tratando de igualar los derechos de la mujer con los del hombre, quedaron, en la cultura del Río de la Plata, ciertas sombras de aquella interdependencia entre el hijo varón y la madre que se suele manifestar por medio de un mal entendido “sacrosanto amor por la vieja”.
Estas virtuales parejas entre madres e hijos, vivían en medio de una sociedad sin conciencia alguna de esta situación.
Las madres, por lo general inmigrantes europeas, se aferraban a lo único que tenían en nuestra tierra, temerosas de perderlo, y el hijo psicológicamente castrado, se sentía responsable de los problemas y sufrimientos de su “santa viejita” a tal punto que, al no tener una vida independiente, no era capaz de organizar su propia vida.
La música de “Pobre mi madre querida” no pertenece, como se suele creer, a José Betinotti; esta melodía es en realidad una vidalita anónima que el mencionado payador recopiló y usó para cantar sus versos. Según el payador Luis García Morel, esta vidalita fue traída a Buenos Aires por un guitarrista del Norte Argentino donde era un aire popular anónimo.
Parecería ser, aunque no hay otro testimonio que lo confirme, que en el año 1931 Carlos Gardel todavía tenía esta obra en su repertorio pues la cantó en una reunión ante Charlie Chaplin en Francia quien, de acuerdo a lo que relata el mismo cantor en una carta fechada el 11 de mayo de 1931, dirigida a doña Berta... Chaplin “...se emocionó mucho cuando le tradujeron los versos...”
Con esta obra registrada por Carlos Gardel, que corresponde a la número 14 en el orden cronológico que vamos siguiendo, el cantor finaliza su compromiso con la Casa Columbia. No obstante no podrá grabar hasta que no transcurra un lapso de cinco años a contar de la fecha en que fue firmado el contrato: 2 de abril de 1912.
Finalizado pues el contrato firmado con la empresa Columbia, para retomar la trayectoria de Carlos Gardel, recordemos que lo habíamos dejado integrando un trío que debuta durante el transcurso de 1912 en un festival a beneficio que se lleva a cabo en la Casa Suiza de Buenos Aires, que se hallaba ubicada en la calle Podríguez Peña 254. Este conjunto se presenta en el escenario anunciado bajo el rubro “Terceto Nacional Gardel-Martino-Razzano” siendo muy aplaudidos.


APARECE SAÚL SALINAS

Aquella noche estaba presente en la Casa Suiza el popular cantor y guitarrero cuyano Saúl Salinas quien se acercó con la intención de conversar con José Razzano para interesarlo en la formación de un dúo, el “Dúo Salinas-Razzano”; pero el cuyano, al advertir que Razzano tiene ya programada una gira como integrante de aquel trío, desiste. Es entonces cuando los componentes del trío invitan a Saúl Salinas a que integre el conjunto para formar así un cuarteto y, con esa nueva estructura, iniciar la gira por la Provincia de Buenos Aires. Contagiado por el entusiasmo de los integrantes del trío, Salinas finalmente acepta.

EL CUARTETO

Bajo las sugerencias de Saúl Salinas, el cuarteto se organiza para cantar a dos voces: la primera, es decir, la parte aguda, estará a cargo del dúo Razzano-Martino, y la segunda voz, o sea, la parte baja, a cargo del dúo Gardel-Salinas.
A pesar de la breve existencia de este cuarteto, es muy evidente la influencia que tuvo Salinas sobre el resto de sus compañeros, muy especialmente sobre Carlos Gardel y José Razzano, a punto tal que, cuando más adelante llega a formarse el dúo Gardel-Razzano, muchas de esas canciones integrarán su repertorio.
El año 1912 finaliza con el cuarteto vocal seleccionando y ensayando su repertorio para la gira. En esa tarea los encuentra el mes de enero de 1913.

CHARLES DESAPARECE POR CUATRO DÍAS

El día 30 de enero de 1913, la División Investigaciones de la Policía Federal registra la comparecencia de Berta Gardes solicitando por el paradero de su hijo que “desde el domingo, que fue a las carreras, no ha vuelto al hogar”.
Tomando en cuenta que el 30 de enero de 1913 era jueves y el hijo de Berta desapareció el domingo, nos hallamos ante una ausencia de cuatro días. Este detalle nos hace pensar que la persona buscada no podía ser Carlos Gardel, porque Berta nunca mostró tanta preocupación por otras desapariciones del cantor que, según vimos, duraron muchos meses y hasta años. Además, para esta época, Gardel no sólo no vivía con doña Berta sino que además, la veía muy de vez en cuando debido a que andaba embarcado en los primeros intentos por surgir a la popularidad mediante aventuradas giras, como la realizada el año anterior hasta General Pico en la, por entonces, Gobernación de La Pampa, junto a Francisco Martino y que duró tres meses.
Además, tomando en cuenta la descripción que doña Berta hace de su hijo ante la División Investigaciones, es fácil advertir que se trata de otra persona y no del cantor, pues Berta dice que su hijo tiene “una cicatriz debajo de la oreja derecha, (es) grueso, alto y viste de negro” y a Gardel no se le notaba cicatriz alguna para dar ese dato como seña visible identificatoria. Además, en su Libreta de Enrolamiento Nº 236.001, del año 1927, se lee claramente: “Señas particulares visibles: ninguna”.
En esta comparecencia, la persona buscada por Berta es definida como “alto”. Sin embargo, todos los testimonios siempre concordaron en que Gardel era más bien bajo. En la ya mencionada Libreta de Enrolamiento, por ejemplo, se documenta 1,70 m. y es sabido que el cantor usaba grandes tacones y suplementos interiores en los zapatos para elevar su estatura varios centímetros. Es posible que en 1923, cuando obtuvo su primer Libreta de Enrolamiento, la Nº 1.717, le hayan hecho quitar los zapatos para medir su estatura, pues allí su talla era de 1,64 m.
(CONTINUARÁ)