martes, 25 de agosto de 2015

El despegue del dúo Gardel-Razzano

XXI- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA

EL DESPEGUE DEL DÚO GARDEL-RAZZANO

En el mes de diciembre del año 1913 ocurre un episodio que sería el punto de partida hacia la fama de Carlos Gardel y de José Razzano. Don Francisco Taurel, un hombre adinerado y muy relacionado con el ambiente de la farándula y de la política, era un organizador de veladas nocturnas, y lo invita a José Razzano para cantar en la Confitería Perú, ubicada en la Avenida de Mayo y Perú, a raíz de una reunión (por él organizada) entre cuyos concurrentes figuran Pedro Carrera (senador y dueño de la estancia “La Ballena” de Necochea), Cristino Benavídez (Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires), y Osmán Pérez Freyre (importante pianista y compositor chileno).
Ante esta invitación, Razzano inmediatamente le plantea a don Francisco Taurel la posibilidad de llevar un amigo que también es cantor.
Tras la aprobación del organizador, José Razzano inicia la búsqueda de su compañero a quien finalmente localiza en la casa de Margarita Pretera, una muchacha, relacionada sentimentalmente con Carlos Gardel, que vivía en la calle Nueva Granada (actualmente Boulogne Sur Mer).
Pero ambos cantores se encuentran con el serio inconveniente de que no poseen sus respectivas guitarras porque, después de aquella gira que habían realizado, junto con Francisco Martino, por muchos pueblos de la Provincia de Buenos Aires, para poder recuperarse económicamente, habían vendido sus instrumentos y con suma urgencia necesitaban por lo menos uno, para salir del paso.
Tratando de salvar este serio impedimento, los dos cantores se dirigen con urgencia a la casa de un amigo de Razzano, Alfredo Deferrari (que luego pasaría a ser un gran amigo de Gardel), a quien, tras contarle el compromiso en que se hallaban, le pidieron prestada su guitarra a lo que éste accedió sin ningún inconveniente.
Así, con ese único instrumento, los jóvenes cantores, a las 10 de la noche, llegan a la elegante Confitería Perú. Allí, ante la distinguida concurrencia, y sin ensayo previo, el dúo entona varias obras del repertorio que utilizaron durante la gira.

MADAMME JEANNE

Después de varias copas y canciones, el grupo se dirige hacia el establecimiento (un prostíbulo) de una amiga de Francisco Taurel donde eran esperados para cenar. La casa se hallaba ubicada en la calle Viamonte, entre Maipú y Esmeralda, y era conocida como “la casa de madamme Jeanne”.
Esta mujer, que se hacía llamar Jeannete o, también, La Ritana, había llegado a Buenos Aires en 1903 como integrante de la compañía lírica de Enrique Caruso y su nombre real era Giovanna Ritana, casada con un inmigrante corso, Juan Garessio, dueño de una cadena de burdeles, siendo ella una de las más célebres madamas de Buenos Aires.
La Ritana había dispuesto una gran cena para el grupo. Los artistas, rodeados por las muchachas de la casa y alentados por aquellos comensales de la clase alta, actúan allí después de la cena. Osmán Pérez Freyre ejecuta el piano y Carlos Gardel y José Razzano cantan hasta las primeras horas del día siguiente: 28 de diciembre de 1913. Durante el transcurso de la velada, Gardel se relaciona sentimentalmente con La Ritana.

EL ARMENONVILLE

De la casa de la Ritana, el grupo se encamina hacia el Armenonville, primer cabaret y restaurante de lujo instalado en Buenos Aires ubicado en la Avenida Alvear (hoy Libertador) y Tagle.
Gardel y Razzano llegan allí sin siquiera la única guitarra que tenían (y que era prestada). El instrumento había quedado en poder de La Ritana para obligar a Gardel a que volviera.
Enterado Garessio (rufián adinerado y marido de La Ritana) de la simpatía establecida entre su mujer y Gardel, esperará pacientemente el momento oportuno para hacer matar al cantor por intermedio de gente a su servicio.
Mientras tanto, para que Gardel y Razzano puedan cantar, por influencia de Francisco Taurel, el gerente del Armenonville, les alcanza dos guitarras: una perteneciente al payador Arturo Navas, que por ese entonces actuaba allí (y dejaba el instrumento) y la otra, perteneciente al señor Lanzavechia que era uno de los dueños del famoso establecimiento.
Aquel fue el momento inicial del triunfo; el despegue definitivo del Dúo Gardel-Razzano, pues a poco de haber comenzado a cantar, una gran cantidad de clientes se fueron aproximando al reservado en el que los cantores se encontraban con el grupo liderado por don Francisco Taurel.
Entre aquel público ansioso por querer ver y oír de cerca al desconocido dúo de trovadores se encontraban presentes el, luego famoso, escritor argentino Ricardo Güiraldes (1886-1927), autor del célebre “Don Segundo Sombra”, y uno de los pioneros de la aviación argentina, Jorge Newbery (1875-1914), que 62 días más tarde, el 1º de marzo de 1914, moriría en un accidente de acrobacia aérea en la Estancia "Los Tamarindos" de la Provincia de Mendoza.

EL PRIMER CONTRATO

Los dueños del Armenonville, al observar el alboroto ocasionado por el dúo, pidieron conversar con los cantores.
Gardel, 20 años después, relató para la revista “El Canta Claro” la propuesta que les hizo uno de los dueños del Armenonville, y el cronista, en la edición del 24 de noviembre de 1933, publicó la reconstrucción de aquel momento contando que les habían ofrecido 70 pesos por noche y Gardel, sorprendido...
“creyendo que había oído mal (...) dirigiéndose a Razzano, por lo bajo, le dijo: Che preguntale si será por mes... Y por si necesitan –continuó el dueño- aquí tienen el pago de esta noche. Y ante los ojos atónitos de los dos amigos, el propietario del cabaret les alargó 70 pesitos contantes y sonantes”.
El propio Gardel cierra el recuerdo de aquel momento diciendo:
“Créanme amigos (...) han pasado bastantes años de este suceso, pero ese instante de recibir mi primer dinero como profesional ha sido el más delicioso de mi carrera... Hoy y mañana quizá cobre cifras fantásticas por actuar una hora, pero nunca me emocionará lo más mínimo, no me harán el efecto extraño, mezcla de halago y emoción, de esos primeros 70 pesos que gané junto a Razzano”.
Aquellos 70 pesos diarios, para los dos jóvenes cantores, eran toda una fortuna, y en especial si se tiene en cuenta que el peso argentino (aunque no se ganaba fácilmente) poseía por aquel tiempo un gran poder adquisitivo.
La presentación del Dúo Gardel-Razzano en el famoso cabaret Armenonville fue fijada para las 22 horas del día siguiente. Los cantores compartirían el programa con el conjunto dirigido por el maestro Roberto Firpo que estaba integrado, entre otros notables músicos, por Eduardo Arolas en bandoneón y Tito Rocatagliatta en violín. Al día siguiente, 29 de diciembre, el debut del dúo, fue algo delirante.
Conocidos e importantes estancieros y personajes de la política los llevaron en andas por la pista de baile. Se hallaban entre el público, actores y autores famosos y prestigiosos artistas de teatro.

TEATRO NACIONAL

Pablo Podestá (1875-1923), después de oír al dúo conversó con el célebre actor y director Elías Alippi (1883-1942) que se encontraba organizando una compañía teatral junto con el actor Francisco Ducasse (1878-1926), con el fin de montar una temporada en el teatro Nacional de la calle Corrientes. Ante el éxito logrado en el Armenonville, Alippi propuso a los cantores actuar en el acto final de cada representación teatral pagándoles 20 pesos por noche; los cantores aceptaron pensando en que así podían difundir sus nombres por el centro de la ciudad donde aún eran desconocidos. Al mismo tiempo, continuaron actuando en el Armenonville.
(CONTINUARÁ)

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