miércoles, 16 de septiembre de 2015

El dúo Gardel-Razzano en Brasil (1915)

XXVII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA


CLUB ARGENTINO DE MONTEVIDEO


El día 9 de julio (de 1915), en el Club Argentino de Montevideo (ubicado en la calle Soriano Nº 1017) al conmemorarse el día de la declaración de la independencia argentina se realiza un acto en el que participa el Dúo Gardel-Razzano. Días después, los cantores reciben la siguiente carta:
“Montevideo, 12 de julio de 1915. Señores Gardel-Razzano. Presente: La Comisión Directiva del Club Argentino, que presido, me encarga manifestar a Uds., sus más expresivas gracias por el concurso que prestaron a nuestra institución con motivo del aniversario de la Jura de la Constitución de Tucumán (sic). Para mi es particularmente grato cumplir este deber, pues la presencia de Uds. en aquella fiesta, contribuyó a su mayor brillo, con sus novedosas canciones, en las que se palpa el talento criollo, y la armonía del dúo de acompañamiento y voz que denota labor y buen gusto. Quieran Uds. aceptar, con mi agradecimiento, los sentimientos de aprecio y alta estima de su muy atento y S. S.”
Firma: Carlos More Franco. Presidente.

TEATRO POLITEAMA DE MONTEVIDEO

El 27 de julio, el Dúo Gardel-Razzano se presenta en el escenario del Teatro Politeama de Montevideo con motivo de la organización de un festival dedicado a la “Sociedad Criolla”. Intervienen además los payadores Juan Medina (h.) y José (Pepo) Mayuri.

LA “COMPAÑÍA RÍOPLATENSE”

Mientras el dúo desarrolla sus presentaciones en el “Teatro 18 de Julio”… En la ciudad de Buenos Aires, según lo que ha publicado textualmente el periódico “La Razón” de la ciudad de Buenos Aires en su edición correspondiente al día 21 de julio de 1915...
“...Informan de Río de Janeiro, que debido a las gestiones del Dr. Andrés De Marchi y del señor Benjamín Bertoli Garay, con la cooperación del poeta brasileño Coelho Netto, el Prefecto Municipal Dr. Rivadavia Correia, ha resuelto conceder el Teatro Municipal para que en él actúe una Compañía Argentina que deberá visitar aquella ciudad y San Pablo a fines de agosto próximo”...
Santiago Fontanilla y Pascual Carcavallo (empresario y secretario respectivamente del teatro Nacional), le encargan al comediógrafo Alfredo Duhau que organice y dirija el elenco que ha de presentarse en Brasil.
Y el 12 de agosto queda constituida la embajada artística que es encabezada por los siguientes artistas que, casualmente, son cuatro matrimonios:
1- Ángela Tesada y Enrique Arellano
2- Camila y Héctor Quiroga
3- Matilde Rivera y Enrique De Rosas
4- Rosa Catá y Alberto Drames
Este conjunto, con el nombre de “Compañía Dramática Rioplatense”, se completa con Elías Alippi, Augusto Zama, Ada Cornaro, José Casamayor, Francisco Aranaz, Livia Zapa y el Dúo Gardel-Razzano.

GARDEL ES AUTORIZADO A VIAJAR

Salvo en tiempos de conmoción política, prácticamente no existían requisitos ni controles importantes para cruzar el Río de la Plata entre Buenos Aires y Montevideo. Por aquellos años, para embarcarse bastaba con declarar la identidad y el domicilio. De ahí, la facilidad con que Gardel, desde jovencito, viajaba de uno al otro lado del Plata. Pero las cosas no eran tan simples para viajar a otros países vecinos. En ese caso había que tramitar el pasaporte u obtener un documento conocido como “Permiso Especial de Embarque y Cruce de Fronteras”, y la Policía Federal era la institución encargada de otorgar las mencionadas autorizaciones a todas las personas que se hallaran debidamente documentadas y sin antecedentes penales.
Esto significa que sólo ante la insistencia e influencia del empresario teatral, y bajo su responsabilidad personal, se le pudo conceder a Gardel un permiso particularmente especial para viajar que, de otra forma, no lo hubiese logrado.
Solamente después de haber solucionado este serio impedimento, el 17 de agosto de 1915, Carlos Gardel pudo embarcarse junto a José Razzano y el resto de los componentes de la embajada artística en el buque “Infanta Isabel” para actuar en Brasil. Mas precisamente en las ciudades de San Pablo y Río de Janeiro.

EL ENCUENTRO CON ENRIQUE CARUSO

Durante el viaje en el “Infanta Isabel”, Carlos Gardel conoce y se relaciona con el gran tenor italiano Enrique Caruso (1873-1921) que por una simple coincidencia también viaja en el mencionado buque de regreso a Europa después de haber efectuado una exitosa temporada tanto en Buenos Aires como en Montevideo.
Durante aquella travesía, Enrique Caruso tiene la oportunidad de escuchar y apreciar la voz de Gardel, plena de muy particulares matices, y el gran tenor italiano tiene la deferencia, para con nuestros artistas, de cantarles en privado algunos fragmentos de “Ugonotti” ("Los hugonotes", nombre dado a los protestantes calvinistas de Francia a partir de mediados del siglo XVI).
Muchos años más tarde, Gardel, refiriéndose a aquel casual encuentro a bordo del buque “Infanta Isabel”, comentaría los consejos que le daba y recomendaciones que le ofrecía Caruso para que el cantor se dedicara al canto lírico, rematando luego sus comentarios con una frase que siempre repetía cada vez que alguien le decía que debía dedicarse a la ópera: “¡Ma que ópera ni ópera… los mangos están en el tango!”

TEATRO MUNICIPAL DE SAN PABLO

El 25 de agosto, la embajada artística argentina actúa en el teatro Municipal de San Pablo representando “Los mirasoles” de Julio Sánchez Gardel. Al día siguiente, 26 de agosto, según relata Francisco García Jiménez en su libro “Vida de Carlos Gardel”, el diario “Estado de San Pablo” comenta, refiriéndose a los cantores:
“... A funçao terminou com a parte de cantos regionaes pelos señores Gardel y Razzano, que foran forçados a bisar números de dolentes cantigas criollas, exacutadas com acompanahamento ao violao”.
El día 3 de septiembre, la Compañía Dramática Rioplatense estrena “Los muertos” de Florencio Sánchez, luego pone en escena “El tango en París” de García Velloso y, finalmente “La dote” de Alfredo Duhau.
El Teatro Municipal de San Pablo se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad y es uno de los más importantes teatros del mundo. Fue construido para albergar principalmente ópera y conciertos y, actualmente, es sede de la Orquesta Sinfónica Municipal de San Pablo y del Coro Lírico.
La idea de construir por aquel entonces un majestuoso teatro para la capital paulista surgió debido a la creciente importancia de la ciudad en el ámbito nacional, que a comienzos del siglo XX albergaba a la alta burguesía brasileña, de la cual una gran parte tenía sus negocios en las plantaciones de café, concentrando un gran número de italianos en São Paulo.
Hasta entonces, la ciudad contaba apenas con el Teatro São José, que luego de un incendio quedó totalmente inutilizado para recibir importantes espectáculos internacionales, y la elite paulistana pedía la creación y construcción de un nuevo teatro que estuviese a la altura de los mejores del mundo y fuese capaz de albergar grandes espectáculos de ópera.
Ramos de Azevedo fue el ingeniero designado para la construcción, contando también con la colaboración de los arquitectos italianos Claudio Rossi y Domiziano Rossi.
La construcción de este teatro fue iniciada en el año 1903 y San Pablo pasó así a disponer una de los mejores salas del mundo para la presentación de espectáculos, principalmente de óperas.
La obra duró cerca de ocho años. Su inauguración, el día 12 de septiembre de 1911, superó todas las expectativas del público en general y de la alta sociedad paulistana, que, según relatos de la época, quedó tan impresionada con la bella iluminación interna y externa del establecimiento, que muchos de los concurrentes, se quedaron en los jardines del lugar hasta muy tarde, luego de la función, observando y comentando los detalles que cada cual había visto en las dependencias del teatro.
(CONTINUARÁ)

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