viernes, 27 de noviembre de 2015

EL TIRADOR PLATEADO

XLIII- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA


EL TIRADOR PLATEADO

La segunda sesión de grabaciones del año 1917 comienza con la intervención de Carlos Gardel interpretando el estilo “El tirador plateado”, obra con la que había iniciado su carrera discográfica en 1912 para el sello Columbia; pero esta vez las mismas décimas son interpretadas en base a una melodía escrita y memorizada de antemano, con lo cual Gardel deja ya de ser un estilista para pasar a ser un cantor de estilos entre otros géneros musicales… ¿Por qué hago esta aclaración?...
Ocurre que inicialmente las décimas se entonaban con melodías inventadas en el momento mismo en que el “artista” cantaba; esto significaba que cada cantor tenía su “estilo” propio para interpretar una obra determinada. No obstante, la melodía que más se difundía, rápidamente era copiada por otros cantores y ese era el “estilo” que se imponía. Por este motivo esta forma de interpretar musicalmente estas décimas fueron conocidas como “estilos”.
Ahora bien, en el Río de La Plata, alrededor del año 1920, se produce un cambio fundamental en las expresiones de la música popular de la región. Los tangueros llaman a ese momento el inicio de la Guardia Nueva; pero ocurre que este cambio también se dio en muchos otros géneros musicales, y el “estilo” fue uno de ellos.
En este género tan poético y casi lírico, a partir de entonces (los musicólogos han tomado como año de referencia 1920) la música de las décimas dejan de ser improvisadas y entran en el campo de la composición. Es decir que los intérpretes dejan de ser estilistas aunque a esta nueva forma se la continúa básicamente llamando “estilo”. Desde entonces, y hasta la fecha, las cosas no han cambiado; pero a los cantantes que incluían estilos en sus repertorios se los continuó llamando estilistas hasta entrada ya la década de 1930.

DE LA CIFRA AL ESTILO

Hasta promediar la década de 1860, las décimas se entonaban alternando el canto con el galope del caballo realizado en la guitarra. En ningún momento ese acompañamiento se escuchaba al mismo tiempo que el canto o melodía. Durante la segunda mitad del siglo XIX los gauchos son perseguidos y marginados tal como iremos viendo en muchas obras de la música popular inclusive aún después de las persecuciones y matanzas. Tal situación sumió al gaucho en una tristeza profunda.
Muchos gauchos, con el único fin de sobrevivir, canjearon su libertad por muchas promesas y un vale con el que adquirían la alimentación del día en un almacén de ramos generales instalado en las inmediaciones del lugar y que, "casualmente" pertenecía a los dueños de la estancia en que trabajaban. No obstante la mayoría de los gauchos, dejaron de hallarle sentido a la vida:
Suena guitarra querida
Que tu acento soberano
Repercute por el llano
Como un ¡Ay! de mi alma herida.
Suena, suena, que es mi vida
Flor marchita y sin esencia;
Busco en la muerte querencia,
Nada en el mundo me halaga,
Porque siento que se apaga
El candil de mi existencia.


SUENA GUITARRA QUERIDA

Vicente Rossi
De esta manera el canto comenzó a surgir con un acompañamiento que ya no transmitía la seguridad y la fuerza que transmitía la cifra. Ahora se cantaba de un forma más bien angustiante o, por lo menos, con cierta congoja. De manera que el “estilo” surge de una deformación musical de la cifra provocada por una deformación de la sociedad en la que el gaucho no hallaba cabida.... La cifra "Yo se hacer" (grabada por Gardel en 1912 y que puede ser confundida fácilmente con un estilo) es un claro ejemplo de la marginación social del gaucho.
Los gauchos payadores continuaron cantando (aunque cada vez con menos frecuencia) con acompañamiento de cifra hasta que en la década de 1880, los payadores urbanos, con el negro Gabino Ezeiza a la cabeza desalojaron la cifra de la payada para reemplazarla por la milonga, acompañamiento que continúan usando los payadores de la actualidad de los cuales conozco a varios siendo el más completo en todo sentido (poético, literario y con amplios conocimientos culturales) José Silvio Curbelo, uruguayo, radicado desde hace muchos años en Gerli, localidad del Gran Buenos Aires (Argentina).
De esta manera, los cantantes y músicos de la época (Alrededor de 1920) le fijaron definitivamente un formato o estructura muy precisa al nuevo estilo.
Esa estructura consiste en cantar con una melodía lenta los 4 primeros versos de cada décima:
Sos el tirador plateado
Que a mi chiripá sujeta;
Sos eje de mi carreta,
Sos tuse de mi tostado.
Luego los cuatro versos que siguen (del 5° al 8°) en tiempo de cielito
(Cielito)
Sos el pañuelo bordado
De un pobre gaucho cantor,
Sos la prenda más mejor
De mi chapeao de paseo
y finalmente, recuperando el tema melódico de los 4 primeros versos, los dos últimos de cada décima:
Sos yapa de mi sobeo
Sos trienza de mi arriador.
Salvo alguna que otra excepción, todos los estilos, a partir de esta nueva etapa, respetan esta estructura musical. Más adelante veremos en que consisten los medio estilos, el estilo gateao y otras formas.
Este tipo de obras musicales (cifras, estilos, milongas) reciben el nombre de canciones estróficas debido a que todas las estrofas se cantan con la misma música. Recién en 1930 Sebastián Piana rompe con la estructura estrófica en la milonga tal como en su momento veremos.
Por ahora les propongo deleitarnos con la interpretación que hace Carlos Gardel del nuevo estilo "El tirador plateado" inaugurando de esta manera, en su carrera discográfica, la etapa del estilo estructurado musicalmente de ante mano. A partir de esta versión, en los registros del gran cantor, los estilos comienzan a ser verdaderas obras de arte al abandonar para siempre esas monótonas melodías con que abordaba este género en las versiones del año 1912.
En esta nueva versión de "El tirador plateado" Carlos Gardel es acompañado por el guitarrista José Ricardo.
(CONTINUARÁ)

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