sábado, 11 de julio de 2015

El poncho del olvido

CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA


EL PONCHO DEL OLVIDO

A través de los versos y las canciones que se fueron publicando durante las dos primeras décadas del siglo XX, se puede observar la gran influencia que continuaba ejerciendo el autor del “Martín Fierro” sobre los poetas populares.
En efecto, por esa época la generalidad de estos letristas, unos mas y otros menos, se hallaban bajo el influjo de la obra y el estilo gauchesco de José Hernández.
Andrés Cepeda, el poeta carcelario, no sólo no fue una excepción sino que tampoco disimuló aquella influencia, con la cual se encontraba muy cómodo; todo lo contrario, la hizo notar tal como se aprecia en las décimas de su autoría “Yo se hacer” que originalmente fueron tituladas “Hernández”:
Dijo Hernández con razón,
En acriollado lenguaje,
Es al ñudo que lo fajen
Al que nace barrigón.
Al mismo tiempo Andrés Cepeda, al igual que muchos de sus contemporáneos, se ve influenciado asimismo, por el lenguaje y los modismos propios de los hombres del arrabal y de la orilla.
De esta manera, quedarían explicados los motivos por los que en las décimas tituladas “El poncho del olvido”, que fueron conocidas también bajo el titulo “Me dejaste”, aparecen, con toda naturalidad, expresiones, figuras, metáforas y giros idiomáticos que oscilan entre la influencia gauchesca y lo que luego, a partir de la década de 1920, comenzará a ser el estilo muy propio del desarrollo de las formas “poéticas del tango”:
Nada tiene duración
En este mundo mezquino
Y en desparejo camino
Cualquiera da un tropezón.
La letra en el tango no surgió porque alguien quiso renovar el género, que originariamente era sólo bailable, para hacerlo también cantable. Como todos los cambios, se fue gestando lenta y gradualmente para desarrollar sus temáticas y formas de encarar la expresión de los fundamentos y la filosofía propia de la vida cotidiana de los pobladores de aquella época.
Sobre el final de la obra “El poncho del olvido”, nos encontramos con una expresión en la que simbólicamente el poncho es utilizado para “tapar” el recuerdo de una mujer.
Es interesante observar que el personaje, no puede tapar dicho recuerdo con el mencionado “poncho del olvido”, sino que “quiere” taparlo, lo que no parece fácil:
Con el poncho del olvido
También te quiero tapar
Esta misma figura poética sería utilizada muchos años mas tarde por Alberto Vacarezza en los versos del tango “El poncho del amor”; pero en este caso el personaje central se encuentra con el alma cubierta por un poncho, que ahora es “de amor”, y por ello no le permite olvidar:
Pero es inútil compadre
Hincharle el pecho al dolor
Cuando nos tapan el alma
Con el poncho del amor.
VOCABULARIO: “El poncho del olvido”
ACOLLARAR: En nuestro país, al igual que en la República Oriental del Uruguay y en Chile, el vocablo acollarar es utilizado cuando un animal es atado a otro por el pescuezo (FIGURA 1). De esta atadura, que, por lo general se suele hacer con un tiento de cuero crudo cortado en lonjas y sobado, de esta atadura, decía, es de donde surge esta expresión figurada aplicada a las personas cuando una relación sentimental los tiene (o tenía) unidos:
El tiento que nos tenía
Acollarado a los dos
Lograste cortarlo vos
Tanto tironearlo un día.
En la Provincia de Salta, por ejemplo, el vocablo acollararse es utilizado como sinónimo de casarse, mientras que, en la Provincia de Buenos Aires, y en todo el Río de la Plata en general, acollararse significa formar una pareja, con o sin casamiento. En ambos casos, acollarado, indica la unión a otra persona por el “tiento del amor”.
El verbo acollarar surge del vocablo collera con el que se designa al collar de cuero utilizado para acollarar animales. Y, tal como es de suponer, la expresión collera surge de cuellera, elemento utilizado para sujetar por el cuello. Por último, y sólo a la manera de un curioso dato ilustrativo, resulta interesante puntualizar que del mencionado término cuellera también surge el vocablo collar.
PUCHA: Es ésta una expresión vulgar que reemplaza al grosero vocablo puta. Sólo que pucha no tiene la carga deshonrosa del original.
Y a la pucha la alegría
De entonces fue a parar.
Esta expresión indica que la alegría se perdió definitivamente, es decir, ya no se recuperará nunca del mismo modo que tampoco se recupera, según la creencia popular, la mujer que se prostituye, motivo por el que, vulgarmente, es tildada de “perdida”.
Igual sentido tiene la expresión “¡pucha digo!”, pues se dice cuando se pretende dar a entender que se ha cometido algún error involuntario y que no puede enmendarse por mucho que se quiera. Esta expresión no ha perdido vigencia.
BOLACEAR: Al revoleo de las boleadoras para cazar un animal, los gauchos, lo llamaban bolear. Y al revoleo de las mismas, sin ningún sentido, sólo por diversión o para aparentar habilidad, lo llamaban bolacear.
Con la expresión bolacear se solía calificar también a todo aquel que andaba con las boleadoras en la mano para que los demás sepan quien fue el que enredó al animal recién cazado. Esta actitud, muy propia de los orilleros del 900 (cuando la mayoría de ellos ya casi no sabía bolear) dio lugar a la aparición del verbo bolacear como sinónimo de “fanfarronear” o, dicho más comúnmente, “mandarse la parte”. En la actualidad, esta expresión es muy utilizada como sinónimo de andar contando mañosamente ciertos hechos con la única finalidad de aparecer ante los demás como el vencedor o el protagonista principal de algún suceso en particular; por extensión, tirar bolazos o mandarse un bolazo son expresiones que significan mentir o cambiar hábilmente las cosas con la misma finalidad. Estas actitudes fueron las que generaron, tanto en la Provincia de Buenos Aires, como en el Uruguay, el uso del término bola como sinónimo de mentira. De esta manera, la expresión “son bolas que se corren” significa “son mentiras o cosas muy dudosas que se andan diciendo”. Lo cierto es que aun hoy, el vocablo “bolacear” y todas las variantes derivadas del mismo continúan vigentes…
Pero no andes bolaceando
Por lo mal que me has dejado
(CONTINUARÁ)

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