martes, 5 de abril de 2016

SUENA GUITARRA QUERIDA (1919)

 LXXXIX- CARLOS GARDEL, SU ARTE, SU TIEMPO Y LA HISTORIA


SUENA GUITARRA QUERIDA


Luego del vals “Como quiere la madre a sus hijos” Carlos Gardel lleva al disco el estilo “Suena guitarra querida” compuesto por el dúo, sobre décimas de Vicente Rossi (1871-1945), periodista, investigador y escritor uruguayo, nacido en Santa Lucía, Canelones.

Vicente Rossi inició su carrera trabajando para varios periódicos de la ciudad de Montevideo; entre ellos, “El Día” y “El Siglo”; colaboró también en la revista “El fogón” con sus comentarios y versos criollos. Fundó también el “Almanaque Platense”.

Después de 1900 se radica en la ciudad de Córdoba (Argentina) donde instala una imprenta para difundir a diversos autores locales y edita el primero de sus libros, “Cardos”, en 1905. Alrededor de 1910, Rossi editó su libro “Teatro nacional rioplatense” en el que cuenta el nacimiento de nuestro teatro. Colaboró también en varios diarios y revistas cordobesas y publicó los libros “Casos policiales” y “Cosas de negros” en el que relata el nacimiento del tango.

Otras obras suyas son: “El gaucho: su origen y evolución”, “Gauchos de carnaval”, “Cuatro proposiciones” y “Folletos lenguaraces”. También es autor de la comedia “Cambio de firma”, estrenada por Gerónimo Podestá el 28 de febrero de 1913 en el teatro Nacional, y de la obra “La vida no es cuento”.

Las décimas “Suena guitarra querida” que Gardel grabó en tiempo de estilo aparecieron siempre bajo la autoría de Gardel y Razzano, que sólo fueron los autores de la música. Nunca figuró el nombre de Rossi como hubiese correspondido.

El personaje simbólico de “Suena guitarra querida” es el gaucho que, en las tres décimas que interpreta Gardel, señala los tres últimos momentos de su vida.

En la primer décima toma conciencia de su desapego por la vida al no hallar en ella motivos que la hagan esencialmente interesante debido a la marginación social a que fue condenado el gaucho hasta, prácticamente, su desaparición:

Suena guitarra querida
Que tu acento soberano
Repercute por el llano
Como un ¡Ay! de mi alma herida.


Durante el transcurso de la segunda décima desfilan una sucesión de recuerdos relacionados con el amor por su compañera como cuando se está ante la muerte o ante situaciones de la vida que no muestran una salida salvadora:

Cuantas veces cariñosa
Mi patrona te templó
Y a tus cuerdas arrimó
Sus frescos labios de diosa


Finalmente, en la tercera décima, el gaucho se despide de la vida. Es importante destacar el gran papel simbólico que tiene aquí la guitarra que, en esta verdadera poesía, representa al alma del gaucho. Alma que solamente ha podido ser valorada, entendida y amada por su china o, como expresa en estos versos, por su patrona, la única persona que fue capaz de “templársela” para sostenerlo esperanzado a pesar de tantas contrariedades y obstáculos insalvables:

Pero es tan grande la pena
Que tengo al abandonarte,
Que, solamente al dejarte
¡Oh! cariñosa guitarra,
El alma se me desgarra
Y el corazón se me parte.


El recuerdo y el reconocimiento por el amor que lo mantenía con deseos de luchar y vivir, nos dice claramente que su patrona ya no está con él aunque no lo expresa directamente.

Si se escuchara esta letra superficialmente, tal como nos han ido acostumbrando a partir de la década de 1960 los medios de difusión, podría llegar a suponerse que se trata de un gaucho viejo cercano a la muerte. Pero ubicándonos en la época, el personaje, en realidad, representa al gaucho en general y no a un individuo en particular; lo que aquí se pone de manifiesto son los sentimientos del pueblo gaucho al tomar conciencia de su pronta desaparición.

Siempre el gaucho, cuando expresaba algo muy personal o íntimo, lo hacía de una forma indirecta dando la impresión de estar hablando sobre algo de poca importancia cuando en realidad expresaba cosas muy profundas. Daría la impresión que el gaucho le canta a la guitarra insondables cuestiones personales que le ha tocado vivir; sin embargo, la guitarra es el pretexto de que se vale para iniciar los comentarios de su pena, y el nudo de todo se encuentra en los cuatro primeros versos de la tercera décima:

Suena sí, que mi alma llena
De una tristeza profunda
Quiere romper la coyunda
Que a padecer me condena.


La COYUNDA es la correa de cuero empleada para atar los bueyes al YUGO, es decir al tronco o travesaño que va unido al pértigo para tirar de la carreta. El YUGO pasó así a ser el símbolo del trabajo, de la explotación, del sometimiento y, mas aún de la esclavitud y el sufrimiento del hombre y de los pueblos; en tanto que la COYUNDA pasó a ser el símbolo del motivo por el cual el hombre se halla atado al sufrimiento. Es por ello que, para sacarse el YUGO, primero es necesario romper la COYUNDA que no siempre es vista con claridad por el que sufre. La COYUNDA, figuradamente, es el motivo por el cual se padece; si ésta es eliminada, el YUGO se desploma.

Con este lenguaje figurado, el gaucho explica su profunda pena ante la falta de libertad para vivir. Recordemos una vez más que la Historia Oficial Argentina, con su tendencia a interpretar la realidad según le convenga a ciertos intereses conservadores, nos hace creer a través de la escuela y los medios de comunicación que la libertad consiste en poder expresar lo que se piensa cuando en realidad eso es sólo una parte de la libertad; pues, además de ello, libertad es poder trabajar, poder satisfacer el hambre, poder curarse, tener a mano la justicia, vivir con dignidad, poder estudiar, etc... De esto se deduce que, muchas veces los gobiernos, que en general solemos padecer, son terribles dictaduras aunque podamos decir todo aquello que pensamos.

Cuenta el gaucho, que el amor de su china (simbolizado por la ejecución de una vidalita en la guitarra), solía dejarle el alma mas blandita que el correón de la ENCIMERA.

La ENCIMERA es una pieza de cuero que se coloca sobre los bastos, es decir, sobre un par de almohadillas que van en la silla de montar para hacer más confortable y cómodo el lugar en que se sienta el jinete.

La ENCIMERA lleva dos argollas con dos correones o, mas vulgarmente, corriones: uno de ellos es para sujetar el conjunto por debajo de la panza del caballo, y debe ser lo suficientemente curtido y blando como para no lastimar al animal, el otro es sólo para cinchar. El gaucho, desesperadamente intenta infundirse valor diciéndole, supuestamente, a la guitarra:

Te saludo placentera
Y una triste vidalita
Dejó a mi alma más blandita
Que al correón de mi encimera.


Esta sesión de grabaciones finaliza con José Razzano cantando solo, acompañado por el guitarrista José Ricardo, el estilo “Desde el alero” con música del dúo y versos de Francisco Riú.
(CONTINUARÁ)
Suena guitarra querida (estilo) Intérprete: Carlos Gardel Más información: http://www.gardel.org/Suena%20guitarra%20querida Letra y Música:…

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